Once años para un violador reincidente por agredir a una joven en un portal de Madrid
La Justicia condena en conformidad a un hombre que hace un año violó a una joven en un portal de la calle Emilio Ferrari y además agredió a los policías que acudieron a socorrer a la víctima: tenía una condena anterior, también por violación
Madrid
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a once años y siete meses de prisión a un hombre por haber violado a una joven en un portal del barrio de Pueblo Nuevo: la sentencia revela que el condenado, de nacionalidad ecuatoriana, tenía vigente una orden de expulsión del país tras haber sido condenado anteriormente por otro delito de violación.
Según explica la sentencia, los hechos ocurrieron a la una de la madrugada del 10 de septiembre del año pasado, en un portal de la calle Emilio Ferrari de la capital: el agresor aprovechó que esta joven de 18 años entraba en el portal para meterse detrás y perpetrar la violación, amenazando a su víctima con cortarle la respiración si se resistía. Una vecina alertó a la Policía y los agentes tuvieron que pedir refuerzos para reducirle: tres policías fueron heridos y en la refriega se rompió la puerta de cristal del portal.
Una agresión sexual que ahora la Audiencia Provincial de Madrid traduce en once años y siete meses de cárcel por un delito de violación, otro de atentado, otro de lesiones y tres más de lesiones leves. El propio acusado terminó reconociendo los hechos y asumiendo las acusaciones tanto de la Fiscalía como también de la defensa de la víctima: tendrá que pagar una multa de 360 euros, indemnizar a la joven con otros 90.000, pagar más de 10.000 euros a los tres agentes heridos por las lesiones y también pagar la puerta que rompió al estampar a uno de los policías.
Violador reincidente
La sentencia refleja que ésta no era la primera violación por la que era condenado este joven de 27 años y nacionalidad ecuatoriana: ya en diciembre de 2012 fue condenado a cuatro años de cárcel por un delito de violación, fijándose también una orden de alejamiento con respecto de su víctima por un plazo de diez años. Tres años más tarde, además, la Delegación de Gobierno de Madrid decretó su expulsión del país.
Su última condena también incluye una orden de alejamiento de su víctima por un plazo de quince años y otros diez más de libertad vigilada. La sentencia refleja que tanto la víctima como sus padres han tenido que recibir atención psicológica por estos hechos y que incluso han tenido que mudarse.