La dimensión internacional del caso catalán

Algunos de los principales investigadores del Real Instituto Elcano, tienen claro cómo se ha llegado a esta situación. Carmen González Enríquez contaba que los medios de comunicación catalanes, «han tenido una buena parte de culpa en el adoctrinamiento de la sociedad catalana empujando hacia los extremos». Con una educación pública que lejos de integrar, fomentar lo que nos une y entender la visión del otro, ha estado trabajando para forjar una política étnica pro independentista, vendiendo solo una parte de la verdad. «Por su parte, los medios de comunicación, controlados orgánicamente por la Generalitat, han volcado todos sus esfuerzos en retransmitir acontecimientos sesgados, con un tipo de mensaje extremista y separatista, con un adoctrinamiento que se ha convertido ya en parte de la historia de Cataluña». Charles Powell, cabeza visible del Real Instituto, considera que los medios de comunicación internacionales han tenido una visión «muy justa» de la crisis catalana, al menos en sus líneas editoriales y sobre todo en los grandes medios de comunicación. Cree factible que «en algunos casos se haya comprado el mensaje independentista de ‘pueblo oprimido’ o perseguido o lo de los presos políticos», pero los diarios importantes han hecho un esfuerzo para comprender un asunto tan complicado como el catalán. El grupo de investigadores, formado por Carmen Gonzáles Enríquez (catedrática de Ciencias Políticas), Ignacio Molina (profesor de Ciencias Políticas), Federico Steinberg (profesor de Economía) y Andrés Ortega; cree que existe «un riesgo real de segmentar aún más a la sociedad catalana, que ya ha quedado muy dividida» a lo largo de toda esta campaña pro independentista. Comparan desde la distancia, el asunto catalán con el Brexit, donde «hubo una campaña llena de falsedades y mentiras» que llevaron a muchos británicos a votar para salir de Europa, recuperando el escepticismo europeísta del pueblo inglés. Allí la Unión Europea no pudo intervenir, pero en el caso de Cataluña, el Gobierno español «no solo puede intervenir, sino que debe hacerlo para defender a la mitad de la población catalana que no sale a la calle o no se hace oir». Las divisiones en el seno de las familias, los odios y los enfrentamientos. Eso «debe ser evitado y es trabajo del Estado y del Gobierno llevarlo a cabo». Dado que el Gobierno de la Generalitat no lo hace, debe ser el Estado quien se encargue. Todo esto ha llevado a la salida significativa de empresas y la reacción de los mercados, que esperan al último momento para manifestarse. Además, no es lo mismo que cambien su sede los bancos que otro tipo de empresas. El impacto de la crisis va a depender de cuánto dure esta situación de inestabilidad. «La decisión de los inversores sí se nota, pero en el consumo no se va a producir un desplome de un día para otro» aunque sí se notará, comentan desde el Instituto. Quizás podríamos ver una desaceleración más rápida de la economía española. «La prima de riesgo no registra subidas significativas, entre otras cosas gracias a la política del Banco Central Europeo», comentaba el profesor de Política Económica de la Universidad Autónoma de Madrid. Opinan los especialistas que «ha sido un gran error de la Generalitat de Cataluña ir a esto (al proceso independentista) sin apoyos internacionales mínimos». El apoyo de Europa y del resto del mundo con el Gobierno ha sido sin fisuras. No solo gracias al Gobierno, sino a otros partidos del sistema democrático como PSOE y Ciudadanos. El apoyo debe estar ahí mientras acabe todo en elecciones, apostando por una Cataluña integrada en España y Europa. Un buen ejemplo de ello es la Agencia del Medicamento, que mantiene la petición para Cataluña. Ese apoyo sin fisuras, dice Andrés Ortega, «ha debido costar un arduo trabajo de diplomacia sin ruido al Gobierno español». Sobre la comparación con Escocia, los investigadores señalan «pocos elementos en común», aunque sí muchas diferencias: - El independentismo escocés es un fenómeno de grandes ciudades. En Cataluña es un fenómeno del medio rural. - Escocia es menos próspera que la media británica y el independentismo tiene una base en la clase trabajadora. Cataluña es una de las regiones más ricas de España y el nacionalismo tiene apoyo entre las rentas altas rurales. - Escaso conflicto de la identidad nacional escocesa, mientras queen Cataluña existe un elevado potencial de conflicto entre diversos grupos sociales que tienen diferentes proyectos y férreas señas de lengua e identidad. - El proceso que llevo al referéndum del 2014 fue acordado y contemplado en la Constitución. - El caso de Escocia se presenta como respetuoso con el estado de derecho, mientras que el proceso catalán lo contraviene. - La Constitución Española define al pueblo español como titular de la soberanía, mientras que el carácter compuesto de la soberanía de Escocia se establece en el Reino Unido. El Real Instituto Elcano cree que «la solución pasa por un nuevo Estatuto de Autonomía, sometido a un referéndum y a la llamada ‘collevanza’».

La dimensión internacional del caso catalán

El Real Instituto Elcano analiza cómo hemos llegado hasta aquí, cuál es la dimensión europea del caso y sobre todo qué puede ocurrir a partir de ahora

Victoria García

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