Hamilton, el mejor piloto de una generación
El inglés logró este domingo su cuarto mundial de Fórmula 1 y demostró estar por encima de todos los pilotos con los que ha compartido parrilla
Madrid
Lewis Hamilton consiguió este fin de semana su cuarto título mundial de Fórmula 1, el tercero en los últimos cuatro años. Sin lugar a dudas, el inglés ha demostrado en estos once años en la Fórmula 1 que aquel prometedor joven que en 2007 comenzó a formar parte de la parrilla y estuvo a punto de ganar un mundial es ya, sin ningún tipo de dudas, el mejor piloto de su generación.
Algo de esto intuía Ron Dennis, y quizá por eso incluyó al inglés en su apuesta para la temporada 2007. Una temporada que se presentaba como una especie de borrón y cuenta nueva para el equipo McLaren. Después de estar cerca del título en 2005 con Räikkönen, y de sufrir un pequeño paso atrás en 2006, los británicos querían iniciar una nueva época, después de ocho temporadas sin lograr un campeonato del mundo. Para ello, decidieron hacerse con el dominador del momento en la Fórmula 1: Fernando Alonso. El asturiano llegaba la escudería inglesa tras ganar dos mundiales seguidos, y presumía de ser el único piloto en la parrilla que había doblegado a Michael Schumacher, el hombre con más títulos de la historia.
Por supuesto Alonso necesitaba un compañero. Lo normal hubiese sido contar con Pedro De la Rosa, que había pilotado el McLaren las últimas carreras de la temporada 2006 tras la marcha de Montoya a la Nascar y había conseguido grandes resultados. Pero cómo decíamos antes, Ron Dennis vio venir a un chico que le hizo olvidar a De la Rosa de inmediato. Ese chico era Lewis Hamilton, que acababa de coronarse campeón de la GP2. Tenía 21 años y un gran futuro por delante. La idea era que se foguease al lado de Alonso, que aprendiese de él, que le ayudase a ganar más campeonatos y que diese el salto cuando estuviese preparado. El problema es que ese salto que McLaren esperaba que tardase en llegar un par de temporadas, tardó, únicamente, unos cuantos Grandes Premios.
Desde el inicio de la temporada 2007 Hamilton fue regular, terminando las cinco primeras carreras en el podio. No ganaba, pero sus buenos resultados le llevaron a ser líder del mundial, con una mínima ventaja sobre Alonso y Räikönen. El punto de inflexión final llegó cuando Hamilton logró dos victorias seguidas en Canadá y Estados Unidos. Con siete carreras disputadas, el joven inglés era líder con 14 puntos sobre Alonso y 18 sobre Räikönen. En ese momento McLaren decidió apostar por él sin ningún tipo de dudas y dejar de lado a Fernando Alonso. El final es de sobra conocido. A falta de dos carreras, Hamilton tenía 12 puntos de ventaja sobre el español y 17 sobre de Kimi. Una salida de pista al entrar en boxes en China y una desastrosa carrera en Brasil, acabaron con el inglés perdiendo el mundial en favor de Räikönen. Hamilton no ganó ese título, lo cual se consideró un fracaso viendo su ventaja a falta de dos carreras y teniendo en cuenta el cisma que se montó en McLaren, que acabó con Alonso fuera de la escudería inglesa. Sin embargo, el inglés sí que consiguió una victoria. Se ganó ser jefe de filas en McLaren.
En 2008, con un liderato indiscutible en McLaren, Hamilton fue desde la primera carrera a por el Mundial, pero no fue hasta que consiguió dos victorias consecutivas, en Gran Bretaña y Alemania, a mitad de temporada, cuando se hizo con el mando del campeonato. A partir de ahí tuvo una bonita pelea con Massa, que lo llevó a la última carrera con siete puntos de ventaja sobre el brasileño. En un último Gran Premio de locura en Brasil, Hamilton logró terminar la carrera quinto, adelantando en una de las últimas curvas a Timo Glock. Esa posición le valió para ser campeón del mundo por primera vez en su vida, convirtiéndose en el más joven de la historia en conseguirlo.
Con 23 años, un mundial bajo el brazo y el mejor coche de la parrilla en aquel momento, el futuro de Hamilton pintaba muy bien, teniendo en cuenta además que Fernando Alonso, el principal piloto que podía hacerle frente, seguía instalado en un Renault que no terminaba de arrancar. Sin embargo, las cosas no resultaron como esperaba el inglés.
Fueron cinco temporadas de completo ostracismo para Hamilton. De 2009 a 2012 Hamilton se fue cargando de razones para dejar McLaren. Competía, ganaba carreras, pero nunca estaba en la lucha por el título hasta el final. Necesitaba otra cosa, un impulso, y con las puertas de Ferrari y Red Bull, seguramente los equipos más competitivos de aquel momento, completamente cerradas, tuvo que elegir un proyecto de futuro. Sin duda a los pilotos también los hacen buenos las decisiones que toman, y Hamilton tomó una determinación propia del mejor. Se marchó a Mercedes, un equipo que había sumado una victoria en tres temporadas en la máxima categoría del automovilismo, pero que de cara a 2014 presentaba un proyecto muy interesante. Y no se equivocó. Tras una primera temporada con un nivel bastante aceptable, los alemanes pusieron en las manos de Hamilton un coche absolutamente inigualable.
Desde que Mercedes inició su círculo triunfal en el Gran Premio de Australia de 2014, Hamilton ha ganado 40 de las 77 carreras que ha disputado, un 52%. Un dominio solo equiparable al Schumacher en las cinco temporadas consecutivas que fue campeón del mundo, que ganó 48 de 85, un 56%. El inglés es el piloto de la parrilla actual con más victorias (60), más poles (71), más podios (107) y el único que ha ganado carreras en todas las temporadas que ha disputado en la Fórmula 1.
Hamilton ha superado a compañeros de equipo como Rosberg o Button, ha sido más regular que pilotos como Massa, Räikönen o Webber, ha demostrado ser más dominante que Vettel teniendo el mejor coche, y ha tomado mejores decisiones que Fernando Alonso. Sin duda. el mejor piloto de una generación. Ahora con 33 años, pocos retos le quedan en el horizonte. Quizá los siete títulos mundiales de Michael Schumacher. Antes del Gran Premio de Estados Unidos, Hamilton dijo que había competido contra el mejor, refiriéndose a Fernando Alonso. Pese a llevar once años sin ganar el título, nadie en la parrilla olvida que Alonso es el único piloto que queda que fue capaz de ganarle dos mundiales a Michael Schumacher. Quién sabe si el inglés aceptaría compartir equipo y luchar de tú a tú con el asturiano como reto final de su carrera. El tiempo lo dirá.