Tres ex asesores de Trump son los primeros acusados por la trama rusa
El ex jefe de campaña de Trump y un asesor son los primeros detenidos por la investigación que el fiscal especial Robert Mueller está llevando a cabo sobre el “Rusiagate”.
Un tercer asesor se ha declarado culpable por mentir al FBI sobre sus contactos con Moscú
Fotografía de archivo del exjefe de campaña del presidente estadounidense Donald Trump, Paul Manafort. / JUSTIN LANE (EFE)
Washington
Paul Manafort, ex asesor de campaña del entonces candidato republicano, y uno de sus socios, Rick Gates, se han entregado al FBI acusados de una docena de delitos, entre ellos, conspiración contra Estados Unidos, lavado de dinero, declaraciones falsas a agentes federales y de trabajar ilegalmente como agentes para un gobierno extranjero.
Según la investigación, Manafort y su socio actuaron como lobistas para el gobierno de Ucrania desde 2006 hasta 2015, sin registrarse legalmente como agentes extranjeros. El fiscal especial asegura que Manafort y Gates lavaron más de 75 millones de dólares a través de decenas de corporaciones y cuentas bancarias en el extranjero durante casi una década y mintieron al Departamento de Justicia cuando fueron interrogados sobre sus actividades en el extranjero.
Las actividades de Manafort le costaron su puesto como asesor de campaña en 2016, cuando empezaron a hacerse públicas. La acusación contra Manafort y Gates recoge actividades ilícitas de un periodo anterior a su trabajo en la campaña electoral, como Trump se ha apresurado a resaltar en las redes sociales
El presidente de Estados Unidos insiste en que las acusaciones sobre colusión de su entorno con Rusia son una caza de brujas y que el foco debería estar puesto en la campaña de Hillary Clinton y los demócratas.
Además de las detenciones, este lunes se ha conocido que un asesor en política internacional de la campaña de Donald Trump, George Papadopoulos, lleva meses colaborando con la investigación que dirige Mueller. Papadopoulos se declaró culpable a principios de mes por mentir al FBI en una declaración sobre sus contactos con funcionarios rusos durante la campaña electoral. Papadopoulos ha admitido que tuvo conversaciones con la sobrina de Putin y el embajador ruso en Londres. Esta puede ser la primera evidencia de colusión entre el equipo de campaña del presidente y el entorno de Vladimir Putin.
Los analistas políticos aseguran que las detenciones de Manafort y Gates son solo el principio. Sus declaraciones, como la de Papadopoulos, pueden dar pistas hacia nuevos indicios que impliquen a otras personas del entorno más cercano al presidente ya que la ley federal ofrece beneficios sustanciales en las penas a cambio de cooperación. Este mismo lunes comparecerán ante la juez por primera vez desde su imputación y detención esta mañana.
Donald Trump intenta desvincular de estas detenciones con su equipo pero suponen una estocada para el presidente, que ve que la investigación empieza a estrecharse entorno a su círculo más íntimo. La investigación que dirige Robert Mueller no solo persigue la presunta colusión entre sus asesores y el gobierno ruso para favorecer a los republicanos durante la campaña electoral y evitar la victoria de Hillary Clinton. Las pesquisas rastrean también el conglomerado empresarial del presidente, de su familia y de sus colaboradores más cercanos; y la posible obstrucción a la justicia del presidente al despedir el pasado mayo al ex director del FBI, James Comey, tras negarse a cerrar la investigación sobre la trama rusa.
El fiscal especial Robert Mueller ha avanzado discretamente en la investigación durante estos meses. El equipo de confianza del presidente teme que las conclusiones a las que llegue Mueller confirmen las hipótesis de las que partió la indagación sobre la coordinación con Rusia y otros delitos federales, y que todo este caso termine dilapidando la presidencia del cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos.
