Donald Trump reconoce Jerusalén como capital de Israel
El presidente de Estados Unidos ordena el traslado de la embajada desde Tel Aviv a la Ciudad Santa
Estados Unidos reconoce Jerusalén como capital de Israel / VÍDEO: ATLAS
Madrid
Donald Trump pone patas arriba la política internacional. El presidente de Estados Unidos ha anunciado que "es el momento de reconocer oficialmente Jerusalén como capital de Israel" y ha confirmado el futuro traslado de la Embajada norteamericana a la Ciudad Santa. Pese a las advertencias en los últimos días tanto de sus aliados occidentales como árabes, Trump ha comparecido en la Casa Blanca para dar el primer paso para trasladar la Embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, en el marco de lo que se espera que sea un proceso de traslado que llevará años. El presidente ha anunciado que los trabajos para consumar este traslado comenzarán "inmediatamente".
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El gesto no está exento de polémica, en la medida en que tanto israelíes como palestinos reivindican Jerusalén como la capital de su Estado, por lo que podría romper el frágil equilibrio en la zona. Varios líderes árabes han advertido de que el reconocimiento que ultima Trump daría al traste con cualquier posibilidad de paz. Una ley estadounidense aprobada en 1995 ya contempla que la legación diplomática debe estar ubicada en Jerusalén y no en Tel Aviv. Sin embargo, durante estas dos décadas los sucesivos presidentes han ido prorrogando una exención que plantea aplazar dicho traslado en aras del "interés nacional" -el propio Trump renovó dicha exención en junio de 2017-.
El primer país
Estados Unidos se convierte así en el único país del mundo que reconoce como capital de Israel a Jerusalén, donde ninguna nación tiene su embajada debido a que, tras la anexión israelí de la parte oriental de la urbe en 1980, la ONU llamó a la comunidad internacional a retirar sus oficinas de representación de la Ciudad Santa. Los palestinos reclaman la parte oriental de la urbe (Jerusalén Este) como capital de su futuro Estado independiente, y han dado mucha importancia al futuro de la misma en las negociaciones de paz de las últimas décadas.
El anuncio ha generado críticas de importantes aliados árabes de Estados Unidos en la región, como Turquía, Jordania y Arabia Saudí, y las fuerzas de seguridad israelíes han debido prepararse para un posible incremento de la violencia en el país, donde las facciones palestinas han declarado Tres Días de Ira y Rabia Popular.
Trump ha ordenado al Departamento de Estado que comience inmediatamente un proceso para trasladar a Jerusalén la embajada estadounidense en Israel. "Hay alrededor de 1.000 personas trabajando en la embajada en Tel Aviv, y no tenemos una instalación que pueda acogerlos en Jerusalén. Llevará tiempo encontrar un lugar, asegurarnos de que es seguro, diseñar una nueva embajada y construirla", ha agregado un alto funcionario de la Casa Blanca.
Rusia, China, Siria, Turquía y el papa Francisco han expresado su preocupación por la decisión estadounidense y las consecuencias que pueda tener en la estabilidad en la región, sumándose a otras voces manifestadas ayer, como las de Francia, Italia, la ONU y el Movimiento de Países No Alineados.