'Costamanía'
Ya se han retirado 12 mil entradas para asistir a la presentación de Diego Costa y Vitolo el próximo domingo.
Diego Costa, en el último entrenamiento en el Cerro del Espino de Majadahonda antes de irse de vacaciones a Brasil. / Emilio Naranjo (EFE)
Madrid
El regreso de Diego Costa genera mucha expectación. La ilusión por verle jugar otra vez vestido de rojiblanco se ha multiplicado a medida que los delanteros han ido fallando ocasiones claras en los últimos meses. La impotencia por tener a Diego Costa entrenando sin jugar desde el pasado 22 de septiembre, fecha en la que aterrizó en Madrid, deriva en una emoción que se desborda en los días previos a su regreso de forma oficial. Y no llega solo. El brasileño será inscrito a partir del 1 de enero junto a Vitolo, otro de los viejos sueños de Diego Pablo Simeone que se va a hacer realidad con la llegada del nuevo año.
Los refuerzos despiertan tanto interés que en solo dos días se han superado las 12.000 entradas para asistir el domingo a la puesta en escena de Diego Costa y Vitolo en el Wanda Metropolitano, que abrirá sus puertas para que los aficionados asistan a la presentación de ambos y puedan ver el último entrenamiento del año. Si el martes se agotaban las casi 8.000 localidades de la tribuna lateral baja del estadio, este miércoles se ha llenado la tribuna baja del fondo norte y el club se ha visto obligado a abrir el fondo sur. La entrada es gratuita para los socios, que tienen que retirar una entrada a través de la web oficial, mientras que el resto de aficionados tienen que abonar 10 euros para asistir a la última cita del año.
Entrenando en vacaciones
Diego Costa ha seguido entrenando en vacaciones. Viajó a Brasil para estar con su familia y amigos en estas fiestas pero prácticamente cada día ha entrenado por su cuenta para no retroceder ni un paso del camino que ha recorrido en los últimos meses para ponerse en forma. Se fue de vacaciones prácticamente en su peso y quiere volver al mismo nivel porque quiere rendir desde el primer momento una vez que sea inscrito. En su cabeza, al margen de aportar al equipo, la obsesión de estar en el Mundial de Rusia con España. El delantero sabe que tiene cinco meses para demostrar a Julen Lopetegui que sigue siendo el de siempre pese a llevar seis meses y medio sin jugar un partido oficial, desde el 11 de junio con España en Macedonia.
