Arrepentirse de unos 'tuits' no es suficiente para evitar una condena por enaltecimiento
La Audiencia Nacional impone 6 meses de cárcel a un usuario de Twitter que escribió mensajes ofensivos, entre otros, contra Miguel Ángel Blanco, Irene Villa y el militar franquista Carrero Blanco: en el juicio, el joven pidió perdón varias veces a los aludidos
Madrid
Pedir perdón a jueces y aludidos por unos 'tuits' no es suficiente para evitar una condena. La Audiencia Nacional ha impuesto seis meses de cárcel a un joven que escribió una decena de mensajes en Twitter riéndose, entre otros, de víctimas del terrorismo como Irene Villa, Miguel Ángel Blanco o el militar franquista Luis Carrero Blanco: los magistrados califican de "balbuceos escasamente claros" las disculpas que pidió durante el juicio y le condenan por haber escrito los mensajes "en alabanza de ETA".
El juicio tuvo lugar el pasado diez de enero en la Audiencia Nacional: el acusado aprovechó el turno de última palabra para afirmar que escribió esos mensajes empujado por un "cabreo ocasional" y que "dije la primera barbaridad que se me ocurrió, sin ningún tipo de intención". Había pedido perdón en el pasado y lo volvió a hacer también al término del plenario en el turno de última palabra.
Los jueces de la sección cuarta de la Audiencia Nacional recogen estas disculpas pero asegurando que fueron proferidas "de modo balbuceante y escasamente claro y terminante" que obró por "un enfado, sin más especificaciones". Unas disculpas que "no pueden ser tenidas en cuenta por este tribunal para eximirlo de responsabilidad penal" aunque sí para imponer la condena más baja posible.
La sentencia impone a este joven una condena de seis meses de cárcel, recurrible ante el Supremo y que en caso de devenir en firme no implicará su ingreso obligatorio en prisión al carecer de antecedentes, inhabilitándole de forma absoluta durante otros seis años y medio. Los jueces reconocen que en ese momento su cuenta tenía menos de 400 seguidores en Twitter y que sus mensajes "tuvieron escasa incidencia", poniendo encima de la mesa "la escasa edad del acusado" y que, además de arrepentirse, borró sus mensajes y no volvió a escribir algo similar.