Política
Mariano Rajoy

Rajoy almuerza con sus barones para hablar de financiación y fijar una estrategia que frene el ascenso de Ciudadanos

"Hay que pasar a la acción", dicen los populares. Creen que hay que darle "un tirón de orejas al Gobierno" para que los ministros se impliquen más

Varios líderes territoriales piensan que la formación de Rivera es "un fraude" y que se deben denunciar "todas sus vergüenzas"

En Génova temen que sus barones se enfrenten con Montoro por la financiación autonómica

El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, conversa con el portavoz parlamentario popular, Rafael Hernando, al inicio de la sesión de control al Gobierno hoy en el Congreso de los Diputados. / Ballesteros EFE

Madrid

Mariano Rajoy ha convocado a los líderes territoriales de su partido para un almuerzo en Génova. Su intención es acallar las críticas internas. Pretende "cohesionar" a los suyos. Proyectar la imagen de "un PP unido y fuerte". Los populares dicen que además quiere "mostrar poderío", rodeado por su equipo. Una foto que, según los populares, no se puede hacer Albert Rivera porque los dirigentes de Ciudadanos "no gobiernan o son absolutos desconocidos".

Así a la reunión acudirán cerca de 30 personas. Van a estar los barones, los vicesecretarios y la secretaria general, María Dolores de Cospedal. Además, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Como en otras ocasiones, toca exhibir un nuevo cierre de filas. Es lo que hacen, por lo general, en el PP cuando tienen que afrontar un momento complicado, sea por la cercanía de unas elecciones, porque se ha desatado alguna crisis o porque se cuestiona el liderazgo de Rajoy.

Aunque hace tiempo que no se veían. Algunos coincidieron en la Conferencia de Presidentes de hace un año. Otros, en actos del PP. Pero la última vez que acudieron a una llamada de su partido fue en noviembre de 2015 en Toledo. En aquella imagen salían José Manuel Soria o Pedro Antonio Sánchez. Fue tras una semana negra. Se había marchado Arantxa Quiroga del País Vasco, los ministros discutían en público... Había que aplacar los ánimos. Como ocurre ahora, tras las catalanas. Después del batacazo, en las filas conservadoras están muy preocupados por el ascenso de Ciudadanos en las encuestas.

En el Comité de Dirección tratan de quitarle hierro a los sondeos. Aunque reconocen que el que se publicó el pasado viernes en El País "ha calentado" mucho el ambiente del encuentro que se va a celebrar hoy. En este se señala que Ciudadanos deja atrás a PP y PSOE y se afianza como la fuerza más votada. Por eso los presidentes autonómicos y regionales populares creen que que esta comida puede ser una buena ocasión para fijar una estrategia.

Algunos preferirían no entrar en descalificaciones. Consideran que lo fundamental es que el PP defienda sus banderas sin atacar al contrincante. Pero para la mayoría de los populares más que socios son rivales. Opinan que durante este tiempo, -desde que en 2016 se cerró el acuerdo de investidura-, se ha ido construyendo un voto pasarela y que ha llegado el momento de "romperlo y marcar la diferencia".

Un presidente regional del PP asegura que su formación "está desanimada, por los suelos y hay que revitalizar la marca". "Hay que pasar a la acción", piden sus compañeros. Y destacan que la inquietud es muy grande, sobre todo entre los que se la juegan de cara a los comicios de 2019. Varios cargos consideran que no se le puede tener miedo a la formación de Rivera. Piensan que se deben denunciar "todas sus vergüenzas" y evidenciar que son "un fraude". "Debemos ser más incisivos, sacar todas sus contradicciones. Van de nuevos, castos y puros pero son un bluf y van a rebufo del PP", comentan los populares.

Y como no hay orden del día, los barones dan por hecho que en esta jornada se hablará de ello y de otros muchos asuntos. Hay quien espera un debate sobre discapacidad, dependencia, impuestos, presupuestos... Algunos líderes reclaman cambios de caras y estilo. Consideran que hay que "darle un tirón de orejas al Gobierno" para que haya mayor coordinación con el partido y para que los ministros se impliquen más. En el PP hay malestar porque los viernes por la tarde se van de la Moncloa y dejan de trabajar. Les parece que no se quieren "quemar" con las polémicas que surgen. Por eso les reclaman mayor presencia. Les piden que recorran las provincias y participen en los mitines.

También desean que el Ejecutivo recupere la iniciativa política. Esperan que se active la maquinaria con más medidas. Este pasado viernes el Consejo envió a las Cortes cinco proyectos de ley, entre ellos el aumento de delitos penados con prisión permanente revisable. Saben bien que en el Congreso no saldrá adelante pero es necesario "moverse". Deben combatir la imagen de parálisis. "Es letal para nosotros", admiten los diputados.

En el PP aseguran que con buenas palabras todo se puede comentar. Y opinan que al ser una comida, sin papeles, podrán despachar con Rajoy sin los formalismos de otros encuentros en los que nadie se atreve a tomar la palabra. Aunque tienen que ser cuidados porque, al final, todo se filtra a los medios y hay algunas cuestiones que son mejor no abordar. Como, por ejemplo, las candidaturas. Eso no toca hasta el verano. Y, por supuesto, nada que haga pensar en una posible y futura sucesión. Eso es tema tabú. Aunque, cada vez más, los cargos populares comentan en privado que las figuras que se habían barajado hasta ahora ya no valen. Hablan de nombres nuevos para un PP realmente distinto que, a su juicio, sólo podrá renacer desde la oposición.

Roces por la financiación

De lo que seguro se hablará es de financiación autonómica y, en este apartado, van a saltar chispas. Los líderes populares esperarán a conocer la fórmula que propone el ministro de Hacienda para la reestructuración de la deuda que tienen las comunidades con el Estado. Pero Galicia, Madrid o Castilla y León no quieren oír nada de quita o condonación a aquellas autonomías que más acumulan. Proclaman solidaridad pero también consideran injusto que se penalice a quien gestiona bien.

Un argumento al que Rajoy responderá recordando que él quiere un acuerdo unánime que logre "salvar a todos". "Como no se intente ayudar a los que están en una situación lamentable, automáticamente todos nos pondremos en una situación lamentable. Por eso le digo que lo más inteligente es intentar que todos lleguen a un entendimiento. Aquellos que han cumplido mejor y aquellos que han cumplido peor", comentó el presidente del Gobierno en el Foro ABC.

Aunque el enfrentamiento parece asegurado. Alberto Núñez Feijóo ya ha rechazado en varias ocasiones la quita. Para el titular de la Xunta esta conlleva "riesgos de carácter moral y económico". Además, en la cúpula del PP piensan que Juan Vicente Herrera vendrá "con ganas de guerra" en esta materia. De todos modos habrá que ver si se concreta finalmente algo que permita avanzar en las negociaciones con el PSOE. Los que rodean a Montoro aseguran que aún no se ha tomado ninguna decisión pero admiten que hay que comunidades que están infravaloradas. Resaltan que las demás lo saben muy bien y que, por eso, cuando llegue el momento "tendrán que callarse".

 
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