Kaija Saariaho, Premio Fronteras del Conocimiento de Música Contemporánea
El galardón, que concede la Fundación BBVA, reconoce a la compositora finlandesa por "borrar las fronteras entre música acústica y electrónica"
Madrid
La compositora finlandesa Kaija Saariaho ha sido reconocida este martes con el Premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Música Contemporánea, dotado con 400.000 euros, que otorga la Fundación BBVA por su "entrelazado perfecto entre los mundos de la música acústica y la tecnología".
'Mi música es fruto de una incesante reflexión sobre el sonido', dice esta compositora finlandesa afincada en París, que combina en su trabajo arreglos electrónicos y sonidos generados por ordenador con instrumentación clásica y fenómenos naturales como el movimiento del viento sobre el agua.
Saariaho, que ha intervenido por skype tras hacerse público el fallo, ha dicho estar "muy agradecida e impresionada" con el galardón, que ha querido compartir con colaboradores que llevan al público su música, como el español Ernest Martínez Izquierdo, que ha dirigido todas sus obras.
Nacida en Helsinki en 1952, estudió en la Academia Sibelius con Paavo Heininen, completó su formación en Alemania y, a partir de 1982, sus trabajos en el IRCAM de París sobre los compositores espectralistas franceses hicieron de la electrónica y el sonido generado por ordenador un ingrediente más de su música. Una de sus primeras obras, 'Lichtbogen' (1986), tuvo como fuente de inspiración la aurora boreal: “Sin duda mis orígenes en Finlandia me han hecho muy sensible a la naturaleza", explica, "y esto tiene mucho que ver con la acústica: cuando vas a un bosque después de que llueva, la acústica es muy diferente porque las hojas están mojadas, y esto crea muchas reverberaciones, hasta el punto de que el bosque es como una iglesia. Lo mismo ocurre con la nieve, que crea un silencio muy particular. Todas estas experiencias de mi infancia sin duda han inspirado mi música”.
Saariaho también reconoce la influencia de la tecnología y la electrónica en su obra en la medida en que le ha permitido avanzar en la dirección que le interesaba, pero no como el elemento principal. “Mi objetivo es siempre que no se perciba la frontera del componente electrónico en mi música, sino que sencillamente forme parte de la orquestación y se integre en ella. Cuando hay un sonido que no puedo lograr con los instrumentos naturales, entonces recurro al ordenador para completar mi idea musical con tecnología”, explica.
Según el acta del jurado, la música de Saariaho tiene “una calidad única que es casi tan visual como sonora”, en la que la imaginación juega un papel primordial. Tal y como ella misma ha explicado, “amo la música desde siempre, desde que tengo memoria. Mi madre me contó que por las noches, cuando me acostaba, empezaba a imaginar que escuchaba música hasta el punto de que no me podía dormir, y por eso yo le pedía que ‘apagara la almohada’. La música siempre ha estado en mi mente y mi imaginación”.
Actualmente, Kaija Saariaho se encuentra trabajando en la que será su quinta ópera: “Es una obra larga con la que ya llevo varios años, y necesitaré seguir trabajando hasta principios de 2019".