El Teatro Real se queda con el de la Zarzuela
La decisión política de permitir que la Zarzuela forme parte del patronato del Real ya fue comunicada el pasado viernes aunque aún quedan por conocer los detalles sobre la arquitectura legal de una operación de la que aún se desconocen también el proyecto artístico que se pretende desarrollar
Madrid
El Teatro Real de Madrid, regido por una Fundación en la que participan el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, va a unirse al teatro de la Zarzuela, que depende del ministerio de Cultura, al ser un organismo adscrito al Instituto nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM).
Aunque aún no se conoce la fórmula jurídica que va a ser utilizada, diferentes fuentes conocedoras de la intención del ministerio de Cultura de unir ambos teatros apuntan a que el teatro de la Zarzuela podría quedar adscrito a la Fundación del Teatro Real, en la que participan tanto el Ministerio como la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid. “Aún no está cerradala operación, pero se está trabajando en ella”, confirman fuentes próxima al Patronato del teatro Real.
Los detalles jurídicos y legales se podrán conocer a principio de la semana que viene, ya que entonces el Secretario de Estado Fernando Benzo tiene previsto reunirse el lunes a primera hora de la mañana con el director artístico de la Zarzuela Daniel Bianco para desgranar detalles del proyecto que, según afirman en el propio Ministerio, ha formado parte de las intenciones de los actuales gestores políticos del Ministerio. Un portavoz oficial del Ministerio de Cultura asegura que el proyecto que se analiza en ningún caso supondrá la privatización del Teatro de la Zarzuela y que tampoco afectará a los derechos de sus trabajadores.
Daniel Bianco tiene contrato firmado con el Ministerio que le obliga hasta 2020, con la posibilidad de prorrogarlo por 3 años más. Llegó a la dirección artística de la Zarzuela tras un concurso en el que participaron otras 25 personas.
Uno de los problemas con los que se enfrentará esta fusión en el que el teatro grande se hace con la gestión del más pequeño es el de personal, ya que los de la Zarzuela dependen del convenio del INAEM. Su paso a la Fundación ha despertado no sólo las reticencias sino el enfado de sus representantes sindicales, que han exigido una reunión urgente con el ministerio. En un comunicado que han enviado a los trabajadores aseguran que, de confirmarse ese extremo, se trata de un “atentado y privatización de nuestro organismo” del que, afirman, “tendremos que defendernos con movilizaciones urgentes”.
La Zarzuela, que tiene un coro adscrito, dedica gran parte de la programación a la Zarzuela y, por supuesto, al género chico. Además, de recitales líricos ofrece todos los años su escenario a la Compañía Nacional de Danza y al Ballet Nacional de España.
El proyecto de fusión no es nuevo, ya que los actuales responsables del Teatro Real llevan años insistiendo en su necesidad. Uno de los argumentos que, a su favor, han sido esgrimidos en repetidas ocasiones esta la independencia para captar patrocinios privados y lograr así cierto grado de independencia financiera respecto a las presupuestos generales del Estado.
El presidente del patronato del Teatro Real, Gregorio Marañón, asegura que se trata de lograr en el corto plazo una “institución excelente” con un proyecto “en el que no sobra nadie” y que sea reconocido en todo el mundo. “La suma de los dos teatros aporta una fuerza nunca vista antes”, afirma convencido.
Javier Torres
Redactor de Política, trabaja en el Congreso y hace seguimiento de Vox. Anteriormente formó parte de...