Tuiteros, manifestantes y votantes

Madrid

Los votantes no son los tuiteros, suelen decir los partidos políticos para que no se confunda el ardor en las redes con quienes deciden los gobiernos. Pero en este curso en teoría sin elecciones se ha presentado otra pregunta, más interesante: ¿los manifestantes no son también votantes? Ahí andan los estrategas ahora, haciendo cálculos.

La novedad política del año está en la calle, con manifestaciones de signo diverso. Es el fenómeno más relevante y está al margen de los partidos. Con la parálisis de los parlamentos y el foco puesto siempre en Catalunya aunque en Catalunya no hubiera novedad, la sociedad decidió moverse por razones distintas. Había ocurrido hace poco en un caso concreto: el del soberanismo, que con manifestaciones trató de imponer su agenda a la Generalitat. A la calle salió este domingo Societat Civil Catalana para romper esa hegemonía.

Pero hay muchas más. Y más amplias. En la calle, al margen de ideologías y partidismos, confluyó una histórica reivindicación feminista o una protesta que ha vuelto a concentrar a miles de jubilados este fin de semana. Todo eso ha ocurrido. Pedro Sánchez habla de levantamiento social. Y Rajoy ha dicho que conviene escuchar a la gente. Lo dijo en un mitin de su partido, mientras vibraba la calle y caía en las encuestas. Pero por gente sólo se refería a quienes piden, como él, la prisión permanente revisable.