La Unión Europea y Cuba, un paso más hacia la normalización de relaciones

Madrid

El acuerdo al que llegaron La Unión Europea y Cuba ponía fin a más de una década de Posición Común por la que los países europeos aislaban a Cuba económica y políticamente. El Parlamento Europeo ratificó el nuevo marco de relación sin olvidar que se debe mantener abierta la vía de las reformas. "Hay que recordar que en el Pleno del Parlamento sí hemos debatido sobre los cambios que se están produciendo a nivel político y las dificultades por las que están pasando muchos ciudadanos cubanos", comenta el eurodiputado socialista Javi López.

Los más críticos con el nuevo acuerdo destacan que pone el acento en el plano económico y comercial frente a las demandas de mayor apertura democrática. La oposición cubana, que el gobierno considera ilegal y financiada por agentes extranjeros, no se da por satisfecha y señala que el Parlamento Europeo ha ratificado un texto que aún no se traduce en nada positivo para la población cubana. Andrés Hernández es portavoz de la Internacional Demócrata Cristiana: "El problema es que el acuerdo resta importancia a la situación de los Derechos Humanos en Cuba".

En los últimos años sí se han visto algunos cambios en el día a día en Cuba. Ahora es posible encontrar algunos tiendas de estilo occidental, la mayoría de ellas fuera del alcance del ciudadano medio; hay acceso a Internet público, pese a que aún llega con bastante limitaciones y previo pago; y se ha iniciado un proceso de establecimiento de negocios por cuenta propia, aunque la concesión de licencias llevas más de un año paralizada tras la revisión de todo el procedimiento que decidió llevar a cabo el gobierno tras los primeros meses de funcionamiento.

Sin embargo, el ciudadano medio de Cuba sigue teniendo sueldos que en sector estatal no superan los 30 dólares mensuales y necesita seguir usando las cartillas de racionamiento para poder llegar a fin de mes. En el plan macroeconómico, con el gran proyecto empresarial del puerto del Mariel que se convertirá en el mayor puerto franco de América Latina, una importante representación de empresas españolas tratará de acceder a los contratos que se ofrecen en la construcción. De momento son las compañías francesas e italianas las que se han hecho con los proyectos más ventajosos.