ETA debe entregar a sus miembros en la clandestinidad

”La anunciada disolución de ETA es un acto formal que constata una realidad incuestionable desde hace años y es que ETA es una organización terrorista derrotada, que el último atentado lo cometió en 2010, que cesó su actividad en el 2011 y que, en realidad, lo hizo porque sus estructuras clandestinas estaban en una situación de debilidad absoluta. Además habían perdido todo el apoyo del entramado político, institucional y social. Ante estas condiciones, es evidente que no puede hacer otra cosa que disolverse, y yo creo que disolverse no va a ser bastante. Puede parecer suficiente pero también tienen que entregar las armas, entregar los explosivos de los que disponga y además los miembros de ETA que están reclamados por la justicia deben pasar a disposición de los tribunales y si es posible también contribuir a esclarecer la responsabilidades por los hechos y atentados que todavía están pendientes de resolver. Si esta es hoy una organización prácticamente muerta y disuelta de hecho ha sido sobre todo porque la Democracia y el Estado de Derecho han hecho lo que debía hacer: aplicar la ley”.