La invisibilidad de los ministros alarma al PP
Hay ministros desconocidos, algunos que se esconden en cuanto estalla un escándalo y los pocos que dan la cara generan demasiadas polémicas. En las filas conservadoras piden a Rajoy que active al Gobierno para remontar en las encuestas
Madrid
Los populares dicen que uno de los "dramas" del CIS es el dato de que la mayoría de los españoles no son capaces de identificar los rostros de medio Gobierno. "Eso influye en nuestro declive", explica un miembro del Comité de Dirección del PP. Lamentan "su invisibilidad". Les parece lógico en el caso de Román Escolano, titular de Economía, porque acaba de sustituir a Luis de Guindos. Pero en las filas conservadoras no comprenden que los ministros Álvaro Nadal y Alfonso Dastis sean unos desconocidos cuando ya llevan un tiempo al frente de sus departamentos.
Además, se quejan de todos aquellos que "se esconden" en cuanto hay cualquier controversia. "Buena parte desapareció nada más estallar el escándalo Cifuentes. No querían quemarse", comentan desde el Grupo Popular. Prefieren guardar silencio para no tener problemas o sortear como pueden el tema como hicieron, por ejemplo el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, y sus compañeros de bancada Isabel García Tejerina e Íñigo de la Serna, responsables de Agricultura y Fomento respectivamente, al evitar respaldar a la expresidenta madrileña.
Aunque en el PP también señalan que, a veces, cuando algunos dan la cara es peor porque sólo generan polémica. Hablan de Cristóbal Montoro y Rafael Catalá que con sus declaraciones siempre arman revuelo. El responsable de Hacienda ha provocado un conflicto con el magistrado Llarena por la acusación del desvío de fondos públicos para financiar el referéndum del 1-O. Y el ministro de Justicia ha copado los titulares al señalar que el juez del voto particular en el caso de 'La Manada' tenía "algún problema singular".
En la sede nacional comentan que a Rajoy le han trasladado esta situación de malestar. Desean que el presidente pida a su equipo que se implique en la vida y actos del partido para que ayuden a remontar en las encuestas. Piensan que eso junto a la aprobación de los Presupuestos puede suponer un revulsivo. Están convencidos de que entonces se podrá manejar más dinero y exhibir una mayor acción de Gobierno que se traducirá en una tendencia al alza en los sondeos.
"Pudiendo conducir un Ferrari, tenemos un Seat 600", señala un diputado. Mientras algunos de sus compañeros de partido recuerdan que a Rajoy le gustan "los perfiles grises". "Que destaquen lo menos posible, que no sean animales políticos... Todo el mundo recuerda a Alberto Ruiz Gallardón o José Manuel García Margallo, tan mediáticos. El presidente prefiere que los suyos pasen desapercibidor", explican los que conocen bien al jefe del Ejecutivo. Pero ese es el motivo al que el PP atribuye que todos suspendan. La mejor valorada es Soraya Sáenz de Santamaría con una nota de tan solo 3,34 sobre 10.
En la Moncloa cuentan que Rajoy es esquemático y "de dosis homeopáticas". De ese modo, primero, toca abordar la crisis de Cataluña. Después, sacar adelante las cuentas públicas. A continuación, debe tachar en el calendario las elecciones andaluzas y, por último, designar a los candidatos para las elecciones de 2019. Es entonces, llegados a este punto, cuando se abre la incógnita de qué ocurrirá con los ministros.
Muchos dirigentes conservadores sostienen que sólo cuando él vea que las expectativas de su partido son malas decidirá si prescinde o no de alguno de sus ministros para reforzar las listas. En su formación piensan que, al final, Iñigo de la Serna encabezará la de Cantabria. Dolors Montserrat se tendrá que ir a poner orden al PP catalán. Y especulan sobre todo con el futuro de dos nombres: Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Varios cargos ven a ambas ocupando algún puesto de Madrid y hay quien sitúa a la secretaria general y ministra de Defensa también en Europa. Aunque para ese puesto podría rivalizar con Méndez de Vigo.
De todos modos, en el PP algunos creen que al final Rajoy impondrá a Cospedal volver a Castilla-La Mancha. Y no todos tienen tan claro eso de que vaya a realizar cambios porque sería "desmantelar la Moncloa" y dar mala imagen de cara a las generales.