Gonzalo de Castro: "La tele ha involucionado, ahora hay un cachondeo de cojones"
El actor protagoniza 'Matar al padre', la nueva serie de Movistar Plus
Madrid
Además de un gran actor, Gonzalo de Castro es un fantástico conversador. No es de esos actores que se limitan a poner buena cara mientras reciben la ristra de preguntas. Él charla, conversa...se implica. Con él no se sufre esperando grandes respuestas, ni siquiera te preocupa que te dé o no un buen titular. Simplemente te relajas y disfrutas de la conversación, escuchando con interés lo que tiene que decir de Matar al padre, la nueva serie de Movistar Plus con la que el intérprete hace su gran regreso a la televisión.
¿Por qué has decidido volver con 'Matar al padre'?
Este parón televisivo no ha sido una decisión. Es cierto que me han ofrecido cosas que en su momento no me gustaron y para mí hay un valor refugio que es el teatro. Cuando las cosas no salen como uno quiere, en televisión o en el cine, procuro quedarme en el teatro.
Parece que hemos ganado un Oscar por tener a la primera mujer que ha dirigido una serie para Movistar, pero debería darnos vergüenza
Con 'Matar al padre' fue Mar Coll [directora de la serie]. Es una mujer a la que yo admiraba antes. Solo ha hecho tres películas, dos de ellas muy premiadas, pero su universo me gusta mucho. Me mandó un guion extraordinario y me dijo: '¿Qué te parece?', y le dije: '¿Dónde firmo?'.
¿Dónde encaja 'Matar al padre' en la propuesta de ficción que está planteando Movistar Plus?
'Matar al padre' viene a llenar el hueco de esa serie más local y discreta, la historia de una familia de Barcelona con una trama universal. No es una ficción en la que están todos los aditamentos de las series que se consumen ahora. Es una serie que cuenta la historia real de un señor que tiene una avería importante con las relaciones personales, un señor complicado y déspota, que cree tener la razón en todo.
¿Buscaste inspiración en alguna parte para dar vida a un personaje tan complejo?
No fui a buscar el agua muy lejos, el agua estaba en mi familia. Solamente tenía que esperar, respirar y entender a toda esa gente que era Jacobo Vidal [su personaje], hijo de una posguerra. Los padres en aquella época eran unos señores serios, distantes y nada cariñosos. Todo eso ocurrió en mi familia y en la gran mayoría de las familias españolas. Hay gente que se toma muy en serio la paternidad, una especie de reto para la vida en la que los hijos son lo más importante y tienes que pastorearles para poder salvarlos.
Mar Coll es la primera mujer que se pone al frente de una serie de Movistar. Pasito a pasito, ¿no?
Pongo la tele y digo: ¿qué coño es esto? Me quedo con 7 vidas
Hace falta que dirijan muchas mujeres. He tenido la suerte de que los cuatro últimos proyectos que he hecho han sido dirigidos por mujeres. Y la verdad es que hay otra madera, otro violín en el trabajo. En 'Matar al padre', Mar Coll se rodea de mujeres, el 60% del equipo eran mujeres. No hablo de talento, que está 'sobrao', sino de otra manera de hacer las cosas. Mar estará muy contenta de haber sido la primera mujer que se enfrenta a una serie de Movistar, pero esto no debería ser extraordinario. Parece que hemos ganado un Oscar, pero debería darnos vergüenza que pase esto en el momento en el que estamos.
Con '7 vidas' viviste uno de los momentos más importantes de la televisión en nuestro país. ¿Cómo crees que ha evolucionado la tele desde entonces?
Creo que ha involucionado. Se ha abaratado mucho y se ha convertido en un mercadeo. Los ritmos, las formas, los sueldos, la estima, la solidaridad y el respeto que había yo ya no lo conozco. Ahora hay un cachondeo de cojones y se ha perdido el rigor y la exigencia, que es fundamental, sobre todo para la gente que se dice o se llama actor o actriz. Yo pongo la tele y digo: '¿Pero qué coño es esto?'. Es el futuro, ¿no? Pues yo me quedo con '7 vidas'.