Europa y Latinoamérica, aliados necesarios en el nuevo escenario mundial

Madrid

Han pasado siete años desde que se publicó el último documento que fijaba la estrategia para la relación entre ambas regiones, y en este tiempo, el mundo ha cambiado mucho. “Es inexcusable hacer un nuevo diagnóstico, porque Europa necesita ampliar su ámbito de actuación en lo político y lo económico. Frente a la presión de China o Rusia, o la dicotomía Atlántico-Pacífico, el mejor aliado potencial es Latinoamérica”, reflexiona Luis de Grandes, eurodiputado del Partido Popular, en la misma línea que marca Javier Nart, de Ciudadanos: “Iberoamérica es el Atlántico, y la proyección atlántica de la Unión no es sólo un hecho retórico, por las razones históricas del caso español, es una absoluta necesidad”.

Desde el grupo socialista tampoco se desmarcan de ese enfoque. “El mundo ha cambiado de forma radical en el año 2016, probablemente no hemos visto un año con tanto movimiento en la relaciones internacionales desde la caída del Muro de Berlín, y ante este nuevo escenario, Europa está más sola que nunca en los últimos años”, analiza el diputado Javi López, convencido de que hay que reaccionar ante el nuevo escenario. “Por eso la Unión necesita buscar aliados y ordenar sus prioridades, y las relaciones con Latinoamérica deberían ser una prioridad en un mundo con muchos actores, algunos muy agresivos, donde los valores que Europa representa cotizan a la baja”, sentencia a modo de conclusión.

Los tres, representantes en el Parlamento Europeo de los principales partidos españoles, están de acuerdo en que el momento para definir una nueva relación era ahora; y los tres han trabajado de manera conjuntar en un documento aprobado por la Eurocámara, con las siguientes líneas maestras:

• Fija una agenda concreta de acuerdos políticos y comerciales con los países de la región.
• Apuesta por fortalecer la relación con la sociedad civil.
• Pide más colaboración en foros multilaterales.
• Formula propuestas concretas, como la coordinación de los protocolos de la Seguridad Social, los mecanismos para garantizar el cobro de la pensión en cualquier país, o la mejora del sistema de becas universitarias entre países.

A partir de ese planteamiento, que debe servir como punto de partida en la nueva relación, el socialista Javi López, ponente y máximo responsable de ese texto, se muestra satisfecho con las consecuencias prácticas que tendrá en la relación entre ambos lados del Atlántico: “Este informe va a contribuir decididamente a influir en lo que la diplomacia europea haga en Latinoamérica en los próximos años, y eso es una buena forma de alzar la voz en una dinámica que no siempre es fácil. Creo que va en la buena dirección y coloca a Latinoamérica en la agenda de una Europa que en los últimos tiempos sólo ha tenido a una vecindad llena de conflictos, una relación conflictiva con Turquía o una Rusia muy agresiva en el Este”.