Pedro Sánchez busca mejorar la imagen internacional de España con un giro radical de la comunicación de la Moncloa
Visita en los próximos días París, Bruselas, Berlín y Lisboa, tras ganar protagonismo por el gesto del Aquarius
La Moncloa promete una política de comunicación “proactiva y no reactiva” y “abrir sus puertas” a los medios extranjeros
Madrid
Pedro Sánchez va a intensificar su agenda internacional en los próximos días. El sábado tiene previsto entrevistarse en París con Emmanuel Macron, en el que será su primer viaje fuera de España. Se romperá la tradición no escrita de que el primer viaje de un presidente español sea a Marruecos, aunque desde la Moncloa aclaran que fue la primera solicitud de viaje enviada. La agenda del rey marroquí hacía imposible un viaje inmediato por lo que ha quedado aplazado, posiblemente unos meses.
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El presidente Sánchez participará el domingo en Bruselas en la cumbre informal sobre inmigración convocada por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y a la que asistirán varios líderes europeos. Fuentes de La Moncloa consideran que el gesto de Sánchez permitiendo atracar al barco 'Aquarius' en Valencia le ha proporcionado un protagonismo que le ha convertido en el "presidente del momento", lo que facilita su presentación ante los socios europeos.
Además, el martes 26 de junio mantendrá un encuentro en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, y el 2 de julio se verá con António Costa en Lisboa.
Sánchez quiere giro en la política de comunicación de la Moncloa
El equipo de Sánchez declara como objetivo prioritario lograr que "la imagen de nuestro país sea mejor en Europa". Para eso, anuncia un cambio profundo en la política de comunicación de La Moncloa, muy criticada durante la etapa de Mariano Rajoy. La máxima parecía ser, muchas veces, la de no comunicar nada.
Ahora, la secretaría de Estado de Comunicación, encabezada por Miguel Ángel Oliver, promete ser "proactiva y no reactiva" algo que, de producirse, supondrá un giro radical respecto a la etapa anterior.
Los efectos de la estrategia comunicativa de Rajoy se notaron con toda su crudeza cuando estalló la crisis por el referéndum ilegal del 1-O. El Gobierno comprobó cómo algunos importantes medios internacionales recogían mejor los argumentos de los independentistas que los suyos.
El análisis que se realizó para averiguar cómo pudo pasar, eso arrojó algunas evidencias. En La Moncloa no se atendía suficientemente las demandas de los medios internacionales, no había portavoces del Gobierno dispuestos a dar la cara por en entrevistas y, como denunciaban reiteradamente los corresponsales en España, a veces, ni siquiera había quien les cogiera el teléfono.
La nueva política de comunicación de Sánchez pretende corregir esas lagunas. En primer lugar, se va a recuperar una Dirección de Información Internacional como la que hubo durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero. Aún no se ha nombrado a la persona que ocupará ese puesto en el que estuvieron periodistas como Javier Valenzuela, de 'El País', o Juan Cierco, de 'ABC', ambos con reconocida experiencia como corresponsales en el extranjero.
Otras de las medidas previstas por el equipo de comunicación de Sánchez es la de "abrir las puertas de La Moncloa" a los corresponsales internacionales que trabajan en nuestro, a los que se quiere ofrecer un trato más cuidado, constante y directo.