El caos se instala en los Juegos del Mediterráneo
Una entrega de medallas sin nadie que las entregue, una megafonía que no suena durante el himno de Francia o una huelga de árbitros dejan a la organización en mal lugar
Los Juegos del Mediterráneo que se celebran estos días en Tarragona están sufriendo una serie de sucesos que no están dejando en buen lugar la competición después de varios fallos ocurridos en los pocos días que llevamos de Juegos.
La organización, desaparecida en una entrega de medallas
En la entrega de medallas de los 400m libre las tres nadadoras esperaban para recibir su premio pero no llegaba nadie para empezar la ceremonia... Mireia Belmonte, plata en la categoría, decidió coger el metal de bronce y se lo puso a Diana Margarida Duraes, la portuguesa que acabó tercera. Una vez puesta esa medalla apareció, por fin, alguien de al organización para terminar la ceremonia.
La Marsellesa, a capela por falta de megafonía
Los integrantes del equipo masculino de bádminton tuvieron que arrancarse a cantar la Marsellesa porque la megafonía no funcionaba durante la entrega de medallas. El vídeo de los deportista y la afición cantando sin música de fondo da ya la vuelta al mundo.
Los médicos, sin material
Según ha informado Catalunya Radio los médicos se han tenido que organizar para buscar material porque según denuncian "ni tenían para curar una ceja abierta".
Los árbitros de lucha, en huelga
Las pruebas de lucha de los Juegos Mediterráneos sufren retrasos por un conflicto laboral con los árbitros, según informa el comité organizador de Tarragona 2018.
Las pruebas se disputan en el pabellón de Vila-seca y son el escenario de un conflicto laboral de los árbitros de algunos comités olímpicos nacionales a los que no les han pagado las tasas de arbitraje.
Gradas vacías en las competiciones
Otro de los grandes problemas es la poca afluencia de públicos a las grades de las distintas instalaciones donde se realizan las pruebas. En declaraciones a El País el alcalde de Tarragona justifica la baja asistencia a la ceremonia inaugural en la que se habían reservado hasta 3.000 entradas para los atletas que participan en los Juegos pero, después de desfilar, prefirieron irse al hotel.
Independientemente de la ceremonia inaugural, el seguimiento en el resto de competiciones no tienen gran afluencia a pesar de que la organización precios populares.
Por último, este lunes un niño de 5 años fue atropellado por un vehículo oficial que conducía una persona que triplicaba la tasa de alcoholemia. La organización ha informado que el niño fue trasladado al Hospital Joan XXIII de Tarragona e ingresado en estado grave en la UCI, donde evoluciona favorablemente.