Casi 30 años de cárcel a un depredador sexual que captaba a sus víctimas en Facebook
La Audiencia de Madrid impone 26 años de cárcel a un hombre que violó durante meses a una niña de doce años y grabó a través de su webcam a otras cuatro menores que conoció en Facebook: será indemnizadas con más de cien mil euros
Madrid
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 26 años de cárcel a un hombre por violar durante meses a una niña de doce años y también por grabar desnudas a menores de edad a través de la webcam de su ordenador. El acusado, que se hacía pasar por veinteañero, conocía a sus víctimas a través de Facebook y Messenger y tendrá que indemnizar con 100.000 euros a la niña a la que agredió sexualmente en repetidas ocasiones.
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Según la sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER, que ya ha sido recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, los abusos pederastas de este hombre empezaron en 2012, cuando tenía 36 años: se hacía pasar por un veinteañero y conocía a niñas menores de edad a través de Facebook, a las que convencía para que se desnudasen delante de la webcam. Lo grababa todo y lo almacenaba en distintas carpetas de su ordenador, y amenazaba a sus víctimas con difundir los vídeos si se negaban a seguir haciéndolo.
Fue en noviembre de 2015 cuando entabló contacto con una de sus víctimas: una niña de doce años a la que violó durante meses, grabando todas las agresiones sexuales y usando la violencia para someter a la joven. Encarcelado de forma preventiva desde hace dos años, los agentes de Policía encontraron los vídeos que había grabado de todas sus víctimas durante años cuando le detuvieron tras la denuncia de la niña a la que agredía sexualmente.
La Audiencia Provincial de Madrid le ha impuesto un total de 26 años de prisión por cinco delitos de corrupción de menores, tres de exhibicionismo y otro más continuado de agresión sexual: la sentencia también acarrea más de treinta años de libertad vigilada, órdenes de alejamiento y la prohibición de trabajar con menores de edad durante otras cuatro décadas más, además de indemnizar con 100.000 euros a una de sus víctimas y con 1.000 a otras dos.
“Un auténtico manipulador”
Frente a la defensa del condenado, que “no ha dedicado ni una sola línea a contradecir” las acusaciones, según los jueces, la sentencia destaca la abrumadora prueba documental – grababa sus agresiones en vídeo – y destaca la crueldad en su actuación. La niña, dicen los jueces, era “un mero objeto de satisfacción sexual por su parte” y el contenido de los vídeos, dicen los jueces, “asusta a cualquier persona” destacando siempre la “violencia” que utilizaba, tanto verbal como física.
Los dos magistrados y la magistrada de la sección tercera, en una sentencia de la que ha sido ponente la jueza Rosa Esperanza Rebollo, tiran por tierra todos y cada uno de los argumentos de defensa del condenado, que en ningún momento negó los hechos. Alegó que no conocía la edad de sus víctimas - en el caso de una, dicen los jueces, “ni siquiera a día de hoy podría decirse que es mayor de 16 años” – y rechaza que, como dijo un perito de la defensa, sea una persona poco inteligente y manipulable.
“Su papel no es de persona manipulable, si no un auténtico manipulador”, dicen los jueces, asegurando que hacía “lo que le da la gana para satisfacer su libido, sin pensar en el daño físico o psicológico que cause a una menor de doce y trece años” con sus abusos y agresiones. También rechazan que se le pueda aplicar algún tipo de atenuante por colaboración: reclamaba una rebaja de condena por haber enseñado a la Policía las carpetas donde guardaba los vídeos de sus víctimas.