La nueva guerra de Duterte contra las drogas: será "quirúrgica y escalofriante"
La anterior campaña está siendo investigada por el tribunal penal de La Haya por posibles crímenes contra la Humanidad
Madrid
La Policía de Filipinas ha prometido este lunes que retomará e intensificará la campaña de guerra contra las drogas, que a partir de ahora vendrá caracterizada porque será una campaña contra el tráfico de estupefacientes "quirúrgica y escalofriante", un mensaje que llega una semana después de que el presidente del país, Rodrigo Duterte, prometiera no abandonar esta iniciativa que ha causado el rechazo de la comunidad internacional por dejar miles de muertos.
"Quirúrgica y escalofriante será el distintivo de una campaña reforzada anticriminalidad y antidrogas", ha afirmado en rueda de prensa el jefe de la Policía, Oscar Albayalde. Miles de supuestos traficantes de drogas y consumidores han muerto por disparos de la Policía y de hombres armados en el marco de la guerra contra la droga que puso en marcha Duterte cuando llegó a la presidencia de Filipinas en junio de 2016.
La Policía rechaza las acusaciones de los grupos defensores de los Derechos Humanos, que dicen que sus agentes están ejecutando a los sospechosos basándose en débiles informes de Inteligencia y con el respaldo del mandatario filipino.
La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) ha puesto en marcha una investigación preliminar para determinar si se han cometido crímenes contra la Humanidad en el marco de la lucha contra el tráfico de drogas. Tras la decisión de la corte internacional, Duterte anunció en marzo que Filipinas abandonaría la jurisdicción del TPI.
Albayalde ha afirmado que la guerra contra las drogas impulsada por Duterte va a ser "recalibrada" y que habrá esfuerzos renovados e intensidad pero con "salvaguardas incorporadas" para garantizar que las operaciones son legales y que respetan los Derechos Humanos. En este sentido, ha dicho que se va a crear un comité para supervisar a la Policía.
El jefe de la Policía ha dicho que los que sigan vendiendo drogas sufrirán "aterradoras consecuencias". Además, ha señalado que la Inteligencia de la Policía ha identificado a 893 "objetivos de alto valor y ha advertido de que tanto ellos como "sus patrones y protectores" recibirán un "mensaje claro de la certeza del castigo".
Albayalde ha contado que cerca de 1,3 millones de drogadictos y traficantes de poca monta se han rendido a las autoridades y que van a ser vigilados estrechamente, incluidos 215.000 ciudadanos que se están sometiendo a rehabilitación.
La Policía de Filipinas ha prometido en varias ocasiones que reformaría su campaña contra las drogas pero los grupos de defensa de los Derechos Humanos sostienen que apenas ha realizado cambios en su estrategia.