París envía el coche eléctrico al desguace

Fue uno de los pioneros en sistemas eléctricos de movilidad entre las capitales europeas y ha quebrado. El ayuntamiento parisino no está dispuesto a pagar las deudas que acumula Autolib y la empresa concesionaria, Bolloré y ésta echa el cierre a partir de este martes 31 de julio. Deja colgados a decenas de miles de abonados, a sus empleados y envía al desguace más de la mitad de los vehículos. Un enorme fracaso también parael consistorio que rige Anne Hidalgo que había hecho de la movilidad eléctrica una de sus marcas de lucha contra la contaminación atmosférica y por el momento no tiene alternativa.

Casi 4.000 coches en servicio, 154.000 abonados, 157 millones de trayectos... las cifras dan una idea de lo que pierden los parisinos con el cierre de Autolib. El concesionario Bolloré reclama 250 millones al Ayuntamiento para enjugar su déficit acumulado desde 2011 cuando se pone en marcha este peculiar servicio apoyado por el ayuntamiento con la cesión de los puntos de carga y otras ayudas.

Hidalgo atribuye la responsabilidad a sus predecesoresen el consistorio, socialistas como ella, y en último término a la empresa de no haber sabido gestionar su concesión. Bolloré considera poco flexibles las condiciones de la alcaldía y pone de ejemplo que el mismo engranaje está funcionando en Lyon y Burdeos de forma más rentable. De hecho una pequeña parte de los "Bluecar" serán enviados a estas urbes para engrosar el parque eléctrico de la firma y el gruesoacabará en el desguace.

Algunos usuarios vamos a echarlos de menos. No solo porque el "Bluecar" formaba ya parte del mobiliario urbano de la capital. Sobre todo por su disponibilidad con sus 1.400 estaciones de carga en el Gran Paris. Estos cuatro ruedas de carrocería gris metalizada se hacían respetar en la jungla del tráfico parisino, arrancaban a la primera en los muchos díashúmedos y fríos, aceleraban con rapidez ante la envidia de las grandes limusinas en los semáforosy se podían utilizar en las cada vez más seguidas jornadas de restricciones por"picos de polución".

Una petición en línea ha acumulado ya la firma de 42.000 abonados para que la Alcaldía parisina declare de "utilidad pública" este servicio. Algunos constructores como Renault reflexionan como poner una alternativa que no les lleve al desastre económico. De momento los puntos de carga servirán para enchufar los coches privados a batería.