Un Real Madrid sin estrella

La marcha de Cristiano Ronaldo del Real Madrid ha provocado en los aficionados blancos una angustia creciente a medida que Florentino Pérez no cierra ninguna incorporación de peso en ataque. Hazard, Neymar, Eriksen, Lewandowski… todos ellos han sonado, pero por el momento no parece cerca ver a ninguno vestido de blanco la próxima temporada. La consecución de la Champions alzó la pasada campaña al título de éxito, pero la debacle en LaLiga y la Copa del Rey dejó otras evidencias al descubierto que ni CrIstiano Ronaldo, el mejor jugador del Real Madrid la pasada temporada y desde hace nueve, logró tapar.

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Ya no está Ronaldo y ahora mismo la estructura del Real Madrid descansa sobre unos cimientos que tienen nombre propio: Sergio Ramos, Modric e Isco. La mejor versión de este último se ha visto con Lopetegui, técnico que tiene total confianza en el malagueño y desde la sub-21 ha exprimido su rendimiento al máximo. Sin embargo, la inestabilidad de Bale compromete la confianza en la delantera, a pesar de que el galés se siente muy importante y quiere asumir el rol de líder, como viene informando Antón Meana en El Larguero desde la gira estadounidense-

Si se llegara a producir la salida de Luka Modric, Florentino Pérez se vería obligado, si no lo está ya, a realizar una inversión, incluso si esta fuera hiriente para las arcas blancas, ya que no desprende la confianza necesaria para un equipo que debe pelear por todas la competiciones un medio del campo escudado por jóvenes poco consolidados como Ceballos, Marcos Llorente o incluso Marco Asensio. Tampoco la delantera. Cuando enfermen Bale o Benzema, serán jugadores como Mayoral, De Tomás o Vinicius los que deban tirar del carro de todo un Real Madrid. La pasada campaña Mayoral disputó tan solo 927 minutos en los que marcó 7 goles.

Con la excepción de Ronaldo, la base del Real Madrid sigue siendo la que ha conseguido los mayores éxitos del club en el último siglo, pero la media de edad de la plantilla, alrededor de los 25 años, refleja el poco margen de esa base, que parece demasiado fina para cumplir los objetivos marcados.