Al Barcelona se le caen los goles

El Barcelona ha goleado al Huesca (8-2) en una demostración de poderío ofensivo que asusta a sus rivales. También asustados pueden quedar los aficionados del Huesca, que fue una madre en defensa y tan solo Werner, con una gran actuación, evitó una goleada mayor.

El Barcelona llegó al Camp Nou sin haberse despertado de la siesta y fueron los de Leo Franco los que golpearon primero, a los dos minutos. Gran centro de Miramón por la derecha, remate a placer de Longo, que toca Cucho desde debajo de la portería sin oposición. Tardó en espabilar el Barcelona, pero una genialidad de Messi, como tantas veces, despertó a los de Valverde. En el 13’, la pilla en la frontal y con un recorte dentro-fuera, sienta a Luisinho. Desde dentro del área, la cruza con la derecha, como si no fuese su pierna mala y empata.

A partir de ahí se vio venir la sangría del Barcelona. Rakitic, Suárez y Dembélé lo intentaron, pero sería Pulido en propia puerta quien sumaria el segundo culé, después de una internada de Jordi Alba en el área. La facilidad con la que el Barcelona hacía daño al Huesca era patente y los goles solo tardarían minutos en caer. Primero, Dembélé, que ya no es el chaval tímido y ausente que vimos la pasada temporada, la mando al larguero desde dentro del área, con una rosca portentosa de zurda –no sabemos si su mejor o su segunda mejor pierna-, y ya en el 39’ Suárez hizo un 3-1 que anticipaba la sentencia del partido. Otra aparición de Jordi Alba en ataque, el mejor lateral izquierdo español para casi todos, que la pone al área para que Suárez remate a placer. El VAR otorgó el gol que había anulado en un principio el colegiado a instancias de su asistente.

La sorpresa en el guión del partido fue el segundo del Huesca, tan solo dos minutos después, obra de Gallar, que la empujó a portería vacía ante el empane de Umtiti y Piqué. No obstante, el 3-2 no ocultaba las sensaciones, que apuntaban sobremanera a una goleada, por la cantidad y la claridad de las llegadas de los locales.

Werner evitó más

Werner intentó contener la goleada, primero a disparo de Coutinho desde dentro del área y luego con una parada de balonmano con la cabeza al remate a bocajarro de volea de Messi, pero la sangría solo tardó un poco más en llegar. En el 47’, Dembélé la clavó desde dentro del área con un zurdazo cruzado. Tres más tarde, Werner salvó el uno a uno ante Suárez. En el 51’, Rakitic voleó a la red un gran pase a cuchara de Messi y en el 56’ Werner volvió a acertar un mano a mano, en esta ocasión contra Coutinho. Tan solo 15 minutos de la segunda parte y dos goles, un palo y tres paradones de galería de Werner, que anticipan que el Barcelona tiene un ataque de escándalo -12 goles en tres partidos- y el Huesca una defensa muy blanda. Para cerrar los 15’, Messi hizo el sexto acertando a definir un contraataque en tres pases del Barcelona. Ter Stegen juega con Coutinho, que se da la vuelta y la mete al hueco para Messi.

Con el set endosado, el Barcelona aflojó y Valverde aprovechó para dar descanso y minutos. Descanso para Umtiti, Busquets y Rakitic y minutos para Lenglet, Arthur y Arturo Vidal.

Jordi Alba se encargó en el 80’ de cerrar su partidazo, solo eclipsado por el de Messi, con una gran definición a otro regalo del argentino que participó en prácticamente todos los goles de los suyos y dejó el penalti en el último minuto sobre Suárez, al propio uruguayo, que no falló para poner la guinda a una goleada de ocho goles a dos.