Cómo bailar la emoción política de María Teresa León
El Centro Dramático Nacional estrena 'Una gran emoción política', de la compañía La Phármaco, inspirada en la autobiografía de María Teresa León
Madrid
"Estoy cansada de no saber dónde morirme", escribió, al mismo tiempo que pedía "una patria, una patria pequeña, como un patio o como una grieta en un muro muy sólido. Una patria para reemplazar a la que me arrancaron del alma de un solo tirón". María Teresa León pasó 38 años fuera de España, exiliada en París, Roma o Buenos Aires. Escribió poesía, novelas, biografías, cuentos, teatro, fue periodista y guionista de cine y televisión, dueña de un compromiso político que la llevó a vestirse con uniforme de miliciana y recorrer el frente de la guerra dando mítines o haciendo obras de teatro.
En 'Una gran emoción política', la bailarina Luz Arcas y el poeta Abraham Gragera, con su compañía La Phármaco, llevan a escena el sueño de María Teresa León de cambiar el mundo: "Ella pertenece a una generación que creyó que podía cambiar la historia de un país, que estaba en sus manos; hoy, para nosotros, eso es una locura ingenua, sabemos que nuestro destino lo manejan otros y que no está en nuestras manos", afirma Luz Arcas. La obra se estrena este miércoles en el Teatro Valle-Inclán del Centro Dramático Nacional.
Gragera y Arcas explican que la obra no tiene "pretensiones historicistas" porque su objetivo es tratar de encarnar "esa emoción política que empuja a un pueblo a creer en su derecho a intervenir en la historia de su país como si el futuro de este le perteneciera". La Phármaco parte de la autobiografía de María Teresa León, 'Memoria de la melancolía', y nos enfrenta a la pérdida de memoria colectiva en un país como España en los últimos 40 años, al mismo tiempo que María Teresa León, obsesionada con el recuerdo, pierde la memoria aquejada de alzhéimer.
Para Abraham Gragera, codirector y coautor de la dramaturgia junto con Arcas, "todo ese sueño, todo eso por lo que lucharon, por lo que ella ha esperado, no va a volver, y de alguna manera lo sabe, de ahí que su libro sea tan estremecedoramente lúcido y bello. Es un libro muy melancólico, pero es una melancolía irónica porque es también toda su esperanza. Y esa relación entre la melancolía y la esperanza tiene que ver con lo que pasó en este país". Opina Gragera que tiene que ver con "esa manera de barrer debajo de la alfombra y querer mirar hacia otro lado, tiene que ver con prescindir de la experiencia de personas como ella que se fueron al exilio y se salieron del carril. Si no incorporamos esa experiencia en nuestra narrativa de la historia, perdemos algo fundamental".
Arcas explica que, cuando leyeron la autobiografía de León, les impresionó "comprobar que, de todas las facetas de su vida, la artística, la literaria, la de la gestión teatral, la de mujer de un gran poeta, lo que a ella parece que más le importa y sobre lo que vuelve una y otra vez es sobre su amor por el pueblo español, por España y por su idea de lo que debería ser España". 'Una gran emoción política', "habla de un sueño de igualdad política, social y cultural, y de su idea del arte para el pueblo. Proyecta toda su ideología y toda su pasión, que en ella son lo mismo, en la idea de lo que debe ser España".
No hay una sucesión de anécdotas ni un relato de la peripecia vital de María Teresa León en esta obra, y es una decisión consciente de la compañía: "La mejor manera de reivindicarla era hacerlo como artista e intelectual, a través de su visión del mundo y no de su biografía; me da la sensación", explica Luz Arcas, "que cuando se reivindica a una mujer que ha estado en la sombra se hace a través de su vida y sus desgracias vitales, pero a mí me importa el mensaje que quiso que recibiéramos". La bailarina y coreógrafa añade que en 'Una gran emoción política' "nos acercamos a la historia desde la mirada de una mujer, que es algo que no se suele hacer, y Alberti no entra, porque en la obra y en la visión del mundo (de María Teresa León) él no está, así que no aparece".
La obra se divide en tres actos. El primero, titulado República, el segundo Guerra y el tercero Exilio. Arcas y Gragera explican que han rescatado textos de Mª Teresa y discursos radiofónicos, en una obra en la que, señalan, "hay mucho movimiento, pero en la que la voz, en forma de canción, en forma de texto y como respiración tiene un papel fundamental".