Luis Suárez e Iribar, una charla entre mitos y amigos
Recuperamos la charla que mantuvieron en Carrusel Deportivo dos de los jugadores más queridos del fútbol español
Luis Suárez, único Balón de Oro español que jugó en el Barça de 1954 a 1961, y José Ángel Iribar, el mejor jugador de la historia del Athletic que nunca vistió otra casaca que la del club vasco, dos mitos, dos grandes amigos, mantuvieron en Carrusel una conversación deliciosa sobre el fútbol de hoy y el de antes.
Luis Suárez saluda a Iribar de manera cariñosa como “chopito” y le define como“el mejor”. “Hizo una cosa preciosa que fue la de jugar siempre en su casa, aunque eso a nivel internacional le perjudicó un poco. “Para mí ha sido el mejor portero. Era un portero muy moderno, que sacaba con la mano. Hacía todo bien. Merecía a un nivel internacional ser más conocido, pero tiene el reconocimiento de los suyos, que es fantástico”, comenta el ex delantero del vasco.
Por su parte Iribar habla de Luis Suárez como el mejor que nunca vio. “Hay que hacerle una reverencia siempre. Porque es el mejor que he visto jugar. He tenido la suerte de jugar con él en la Selección y es fantástico en todos los sentidos. Y tuve la suerte de no tenerlo enfrente”, explica.
Sobre a qué jugador de hoy se parece más, Luis Suárez tiene claro que a Pirlo. “Pirlo tenía muchas cosas de las que tenía yo”, dice. Mientras Iribar da el nombre de David de Gea. “Según los críticos me han comparado con De Gea. Que si De Gea les recuerda a mí”, comenta el ex portero.
El fútbol de hoy tiene que ver poco, muy poco o nada con el que ellos vivieron. Y cuentan detalles. “Cuando llovía mucho te cambiabas la camiseta en el descanso, pero cuando terminaba el partido la recogían, la lavaban, la planchaban y se utilizaba en el siguiente partido. Yo he jugado con camisetas remendadas porque había que aprovecharlas”, relata Luis Suárez.
Añade Iribar que “el jersey te duraba lo que te duraba. Te tenías que ir a una tienda de deportes, aunque a mí me lo hacían a medida. Tenía una negra y otra verde”.
Relatan también qué hicieron con su primer suelo. “En el Deportivo me compré una gabardina clarita. No sé por qué porque llovía y sería mejor oscura, pero como se llevaba clarita”, dice Luis Suárez entre risas. Iribar, por su parte, entregó ese dinero en casa. “Tenías 18 años y estabas viviendo a costa de tus padres y llevarlo a casa era un orgullo”.
Esta conversación entre Luis Suárez e Iribar como suelen terminar las charlas entre dos grandes amigos, con un “qué alegría” y un “ya nos vemos”.