Bolsonaro entra en la recta final de las elecciones brasileña con una amplia ventaja
El líder ultraderechista va por delante en las encuestas para la segunda vuelta de las elecciones brasileñas
Jair Bolsonaro junto a Paulo Chagas / ADRIANO MACHADO (Reuters)
Rio de Janeiro
A cuatro días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que definirán el Gobierno brasileño de los próximos cuatro años, los principales sondeos de intención de voto coinciden en que el ultraconservador del Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro, tiene una cómoda ventaja frente a su adversario, el izquierdista del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad.
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El último sondeo publicado, del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (IBOPE) otorga a Bolsonaro el 57% de los votos frente al 43 % de Haddad. Entre ambos permanece una brecha de catorce puntos de diferencia que, según los analistas, será difícilmente reversible en este punto de la carrera electoral.
Pese a la diferencia, el candidato del PT le ha ganado algo de terreno a su adversario en los últimos días. A finales de la semana pasada la distancia entre ambos era de 18 puntos (59% Bolsonaro frente a 41 % de Haddad), algo que ha supuesto un golpe de ánimo en el equipo de campaña de Haddad.
El último índice de rechazo también favorece al sucesor de Luiz Inácio Lula da Silva: el 41% de los encuestados dice que jamás votaría a Haddad, mientras que el 40% expresa su rechazo hacia Bolsonaro. Un punto de diferencia a favor del segundo. En el anterior sondeo de IBOPE, el rechazo registrado por Haddad superaba en doce puntos al de su adversario.
En el círculo de confianza del ultraderechista la consigna es poner la campaña en punto muerto y dejar que corra el tiempo hasta el domingo, el día del duelo final, evitando exponerse más de lo indispensable. Por este motivo Bolsonaro ha anunciado que no participará en debates televisados y que limitará al máximo sus apariciones públicas. En línea con las últimas semanas de campaña, el capitán retirado se comunica con su electorado fundamentalmente a través de las redes sociales.
El equipo de Haddad juega a lo contrario: ante la remota posibilidad de forzar un vuelco en la intención de voto, la apuesta es darlo todo en la recta final. Haddad ha intensificado sus actos de campaña y los ataques a Bolsonaro para intentar desgastarlo en sus puntos más débiles: su largo historial de declaraciones de tintes autoritarios y la supuesta propagación de noticias falsas por parte de sus seguidores.
Mientras tanto, Brasil asiste atónito a los últimos días de unas elecciones anómalas e históricas por la polarización y crispación inéditas.
