Cuenta atrás para el fin del voto rogado

Madrid

Según la propuesta del Gobierno, que hoy ha llegado a la Subcomisión para la Reforma Electoral del Congreso, habrá una papeleta en blanco que los electores tendrán que rellenar, escribiendo el partido al que quieren votar. Podrán votar en los consulados o por correo, como hasta ahora, pero se amplía el plazo para hacerlo en 17 días. En el caso de que se elija votar por correo, no será necesario certificar el envío, como ocurría hasta el momento, se podrá hacer por correo ordinario, enviando la papeleta a unos apartados de correos, prefijados, sin necesidad de franqueo. Si se opta por el voto presencial, en el consulado, los electores dispondrán de un plazo de 4 días para depositar la papeleta en una urna, el doble que hasta ahora.

Además se habilitará al Ejecutivo para que pueda modificar el procedimiento en aquellos países en los que no se pueda aplicar la normativa general, para lo que será necesario un informe de la Junta Electoral. Según el portavoz del PSOE en la Subcomisión para la Reforma Electoral del Congreso de los Diputados, Gregorio Cámara, todas estas medidas apuntan en una misma dirección: "mejorar y facilitar el voto de las españoles residentes, ausentes, en el extranjero, sin merma de ninguna garantía".

Para solventar cualquier duda se habilitará una página web, dependiente del ministerio de Exteriores, así como un número de teléfono en el que los electores en el extranjero podrán realizar sus consultas.

La propuesta, elaborada conjuntamente por los ministerios de Interior, Exteriores y de Trabajo y la Oficina del Censo Electoral, ha sido acogida favorablemente por la mayoría de los grupos. El portavoz socialista confía en que la reforma pueda estar lista, como muy tarde, en enero del año que viene y de esta manera se pueda aplicar en las Elecciones Europeas de mayo de 2019.

Finalmente se ha desechado la posibilidad de sustituir el voto rogado por el voto telemático por el elevado coste que supondría este cambio, tal y como anunció hace una semana el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, durante su comparecencia en la comisión de Exteriores del Congreso.

El voto rogado comenzó a aplicarse en 2011. Obliga a los electores en el extranjero a solicitar previamente el voto para poder participar en unas elecciones generales, autonómicas o europeas. Desde su puesta en marcha, se ha registrado una paulatina caída de inscritos en el Censo de Residentes Ausentes. En la últimas generales a penas votó el 5% del censo electoral en el exterior.