La Policía Nacional ha detenido este viernes en Zaragoza a César Román Virueta, conocido como rey del cachopo, en paradero desconocido desde el pasado julio. El detenido estaba trabajando en un bar en la capital aragonesa con un nombre falsa. La dueña del local le reconoció y dió la voz de alarma a la Policía que ha detenido a Román en el restaurante durante la mañana. Se había rapado la cabeza y dejado barba. Este mismo jueves el cotejo del ADN confirmaba que el cuerpo que fue encontrado descuartizado dentro de una maleta en el distrito madrileño de Usera el pasado mes de agosto es de Heydi Paz B, es la novia de César Román. Las fuentes policiales señalaban al rey del cachopo como uno de los principales sospechosos de la muerte la mujer, si bien no se descartan otras hipótesis, como un ajuste de cuentas motivado por los problemas económicos en los que se podría ver implicado. El cuerpo de la mujer fue encontrado el pasado 13 de agosto desmembrado y dentro de una maleta. Estaba en una nave, propiedad del rey del cachopo en la que se había producido un pequeño incendio. Desde días antes, en concreto desde el 30 de julio, César Román estaba desaparecido. El pasado del rey del cachopo está regado de varias denuncias y tiene antecedentes por delitos de lesiones, estafa, falsedad documental y quebrantamiento de una orden de alejamiento respecto de su exmujer. «Sí, es él», se ha dicho esta mañana la dueña del restaurante Casa Gerardo de Zaragoza al ver un programa de televisión en el que se informaba de la desaparición del conocido como «rey del cachopo». La persona a la que aludía para sí misma la propietaria de este establecimiento, Raquel Contreras, era su cocinero, una persona que se presentó hace dos meses con el nombre de Rafael Rujano Contreras, procedente de Maracaibo (Venezuela) y con experiencia en los fogones. Raquel ha explicado que, sobre las diez de la mañana, tras identificar al presunto autor del crimen como su cocinero, había llamado a la Policía Nacional para informar que el presunto asesino se ocultaba en su cocina con una falsa identidad. Además, ha comentado que no había reconocido antes al sospechoso porque la intensidad de su trabajo le impide de forma habitual ver la televisión. César Román se presentó hace dos meses en el establecimiento y le dijo que una persona le había dicho que en Casa Gerardo buscaban un cocinero con experiencia, y que se ofrecía a quedarse dos días de prueba. Esta mañana, dos meses después de dar de alta al sospechoso, la dueña del local se decía sorprendida ante la televisión: «no puede ser, es mi cocinero», y llamaba al 091, desde donde se le pedía que actuara «con normalidad» hasta su llegada. Uno de los policías desplazados de forma inmediata al establecimiento ha entrado en la cocina con la excusa de la devolución de un pedido pero no ha podido identificar con precisión al sospechoso, por lo que finalmente han entrado el resto de agentes para pedirle que se identificara«. Según Raquel Contreras, el presunto asesino se ha limitado a decir con tranquilidad »sí, soy yo, antes de ser detenido y conducido por los agentes a dependencias policiales. La dueña del local ha asegurado que se ha sentido «sobrepasada» por unos hechos que han hecho de la jornada de hoy «el peor día» de su vida, «con diferencia». «He visto -ha añadido entre lágrimas- que había descuartizado a su novia y que había aparecido el torso, y yo tengo una hija de 15 años y otra de 25. También tengo nuera y había una mujer que trabajaba con él».