Visto para sentencia el juicio contra el 'youtuber' Dalas: "Empezó a besarme, a tocarme, a decirme que quería follarme"
La Fiscalía ha hecho definitiva su petición de cinco años de cárcel para el youtuber Dalas
El youtuber ha defendido su inocencia y ha roto a llorar durante el turno de última palabra
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Madrid
Visto para sentencia en Madrid el juicio contra Daniel José Santomé Lemus, ‘youtuber’ conocido como ‘Dalas Review’, por supuestamente abusar sexualmente de una niña de trece años. La Fiscalía ha hecho definitiva su petición de cinco años de cárcel en un juicio marcado por el testimonio de la denunciante: “Empezó a besarme y le dejé hacerlo, a tocarme y a decirme cosas, que quería follarme”, ha relatado.
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La joven, que todavía es menor de edad, ha declarado por videoconferencia ante la sección número 29 de la Audiencia Provincial de Madrid, acompañada de su padre, relatando cómo mantenía relación con su ídolo – casi diez años mayor que ella – por Twitter, Skype y WhatsApp: “Empezó a decirme cosas privadas, que le gustaba, que quería tener algo conmigo”, ha relatado.
Según su versión, avalada por la Fiscalía, contactaron por Twitter en primer lugar y después las conversaciones se desplazaron a otras redes sociales, diciendo ella al principio que tenía catorce años y después reconociendo que su edad real era de trece. No se conocieron cara a cara hasta la firma de un libro en Madrid – a la que acudió sin que lo supieran sus padres, que le habían ordenado cortar el contacto con él – y no quedaron a solas hasta febrero de 2016.
“En Atocha insistió en darme mi primer beso y acepté”, ha dicho en el juicio. Fue después, en el parque del Retiro, cuando según su denuncia ocurrieron los abusos: “Me preguntó si no sería mejor ir a un hotel y ya le dije que no”, ha dicho. A continuación “empezó a besarme, yo le dejé hacerlo, empezó a tocarme, a decirme cosas como ‘quiero follarte, quiero comerte el coño, quiero que tu primera vez sea conmigo” mientras le hacía tocamientos. ¿Por qué tardó meses en contárselo a alguien? “Me lo quería guardar para mí, no quería dar detalles de eso a nadie”, ha dicho.
Sollozos y selfies
Encogido dentro de la sala y crecido fuera. A Santomé se le ha quebrado la voz en el turno de última palabra: “Da igual que no haya sentencia, yo para miles de personas que no me conocen he sido culpable de todo, y ese era el objetivo de todo esto”, ha dicho dentro, reconociendo haber mantenido contacto con la niña y haber quedado con ella en la estación de Atocha, pero negando los abusos. “Lo niego rotundamente, me es literalmente imposible estar con alguien sin que me saquen una foto, no se me habría ocurrido besarme con nadie en público”, ha justificado, dibujando su relación con la niña como “una fan más” a la que escuchaba relatar sus problemas familiares.
Durante su declaración ha vuelto a incidir sobre el supuesto complot contra él: “El objetivo era que la gente me odiara, por lo único por lo que se estaba preocupando era por hundirme lo máximo posible, algo que han conseguido con creces”. Una vez fuera, el joven ha grabado en vídeo sus declaraciones y las preguntas de los periodistas para emitirlas después en su canal, despidiéndose de la prensa y riendo después: “Sosos”, ha dicho.
“Pasó lo que pasó”
La representante de la Fiscalía, sin embargo, lo tiene claro: “Tenemos elementos objetivos de que pasó lo que pasó”, destacando que el supuesto abusador puso en marcha los contactos con la niña “encaminados a lograr ese encuentro y acercarse a la menor” y hablando de “su afán por quedar con ella”. Las propuestas, también las de carácter sexual, las hizo “a sabiendas de que es una niña”.
En su alegato final, su abogado ha solicitado su absolución restando credibilidad al testimonio de la denunciante, asegurando que existe una “absoluta orfandad probatoria” en torno a los supuestos mensajes de contenido sexual, y acusando a la víctima de tener incluso “una tendencia fabuladora” con sus declaraciones plagadas de “ambigüedades y contradicciones” sin “ningún dato periférico de carácter objetivo.
La “ascendencia” de Dalas
La palabra “complot” ha aparecido varias veces a lo largo del proceso, en boca del youtuber acusando a la denunciante de conchabarse con su expareja para perjudicarle, y en boca también de la Fiscalía: la joven ha reconocido que contactó con la ex de Dalas, conocida en internet como ‘Miare’, y que comentó parcialmente su caso a ella y a más chicas antes de denunciar los hechos. Una vez presentada la denuncia, según ha reconocido ella misma, eliminaron el grupo.
Lo eliminaron, según la propia denunciante, porque “sabemos de casos en los que se acusa a las víctimas de conspiración para acusar a una persona famosa y no queríamos eso”. Un grupo en el que estaba, entre otras personas, la expareja de Dalas, que ha declarado en el juicio: “Yo sabía que lo iba a utilizar para decir que era una conspiración mía, lo que finalmente ha ocurrido”, ha defendido.
Una de las integrantes de ese grupo, en la actualidad todavía menor de edad, ha intentado explicar por qué escribió ‘tuits’ a favor de Dalas: “Ese tuit es mentira, es mío pero lo que pone es mentira, yo quería volver a hablar con él y estar de buenas, y como él es así la única forma es darle la razón”, ha dicho antes de ser cortada por el tribunal. La Fiscalía se ha referido a este hecho en su informe: declara probada la “ascendencia de él sobre las menores, ellas quieren seguir estando a bien con él”, ha dicho.
“Dalas y yo hemos roto”
El youtuber ha defendido durante todo el juicio que su relación con la niña se limitó a mantener conversaciones privadas y escuchar sus problemas familiares, afirmando en varios momentos que la pequeña era “maltratada” por su madre. Han sido precisamente su padre y su madre los que han comparecido en el juicio a escasos metros de Santomé para ratificar la versión de su hija: “Me hubiera gustado meditarlo un poco más antes de denunciar, por las consecuencias que está teniendo, está perjudicando a mi hija”, ha dicho por ejemplo su padre.
Tanto el padre como la madre han relatado cómo descubrieron que su hija de trece años mantenía contacto con el famoso youtuber a través de Twitter, y le ordenaron cortar ese contacto. “Yo creo que le gusto”, le dijo a su padre en una ocasión, para tiempo después decirle: “Dalas y yo hemos roto”. Su madre asegura que le dijo “hija, no se te vuelva a ocurrir hablar con él” y ha contestado a la defensa de Dalas cuando le ha preguntado que por qué tardó meses en contárselo todo: “Soy una persona autoritaria, la niña tenía miedo a mi reacción”. Ha sido la víctima la que ha explicado por qué no le contó nada a nadie: “Me daba vergüenza”.