Un gran golpe de suerte
La sala But de Madrid se abrió este viernes a los vientos más frescos del hardrock y southern rock
Madrid
La sala But de Madrid se abrió este viernes a los vientos más frescos del hardrock y southern rock. Dos grandes del género se dieron cita en la capital española para hacer vibrar a golpe de mucha, pero que mucha, melena. Como una ráfaga de aire fresco, la banda canadiense Monster Truck fue la primera en entrar en escena para plantificarse como la mejor telonera dispuesta a desbancar a cualquier otro protagonista que osara a quitarle el mérito. Los de Hamilton presumieron de una contundencia casi hipnótica durante prácticamente todo su espectáculo, puro opio de una religión innegable para todos los allí presentes.
Directos y entrañables. De la misma manera que sus sucesores, los Black Stone Cherry. Los de Kentucky soplaron con fuerza para volver a hacer prender las cenizas que dejaron los teloneros minutos antes en la But. Con interpretaciones impecables de sus grandes temas, como Mary Jane o Boom boom, o incluso White trash, devolvieron la esperanza a sus fieles, un poco tocados por la decepción de viejos directos. Agradecimientos especiales en este giro a las acrobacias del batería, John Fred Young, el mago de las baquetas voladoras. Sobre todo, por dejar huella en la retina de todos, absolutamente todos, los que tuvieron la suerte de presenciar este doble conciertazo. Sin duda, un golpe de suerte.