Rodrigo Rato marca distancias con los presos del PP en Soto del Real
El exvicepresidente del gobierno de Aznar ha roto la relación con el extesorero del PP, Luis Bárcenas y con el exsecretario de Estado de Hacienda
Madrid
Rodrigo Rato ha decidido no tener relación en la cárcel con ningún preso del Partido Popular condenado por corrupción. Según fuentes penitenciarias de la prisión de Soto del Real, que es donde cumple condena por corrupción, el exvicepresidente del Gobierno ha decidido marcar distancias principalmente con el extesorero del PP, Luis Bárcenas y con el que fue exsecretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez-Ponga.
Según estas fuentes, ha sido el propio Rato quien ha decidido desvincularse de Bárcenas y de Rodríguez-Ponga. El que fue director del Fondo Monetario Internacional ha decidido no compartir ni espacio ni tiempo con estas dos personas durante las actividades comunes como los horarios de comida y durante las salidas al patio.
El exvicepresidente del Gobierno pasa prácticamente todo el tiempo en prisión en la biblioteca del centro penitenciario. Desde que ingresó en Soto el pasado 25 de octubre dedica la mayor parte de su tiempo a estudiar el caso de Bankia. Ahora cumple condena por las tarjetas black por el que está condenado a cuatro años y medio. Según fuentes penitenciarias "prepara a conciencia" sus declaraciones ante la Audiencia Nacional, unas comparecencias que se van a alargar hasta el próximo mes de junio.
Además ha decidido hacer algo de deporte. Se ha apuntado a una actividad de atletismo para mantenerse en forma algo que suele ser habitual en todos los internos.
Los tres presos están ingresados en el mismo módulo de Soto, el módulo 10, al que se le conoce como 'El módulo de los estudiantes' porque la mayor parte de estos internos están cursando estudios en la Universidad Española a Distancia (UNED). Este recinto es similar a un módulo de respeto, donde cada interno tiene que cumplir unas normas de conducta que ellos mismos redactan y que supone la expulsión del módulo si alguno "se salta las reglas".
El exvicepresidente del gobierno Rodrigo Rato ingresó en la cárcel el pasado 25 de octubre. Tiene una condena de cuatro años y medio de prisión por el escándalo de las tarjetas black de Caja Madrid. Está condenado por mantener un entramado de tarjetas opacas a Hacienda, al margen de la contabilidad de la entidad y que se utilizaron para gastos personales a discreción. El propio Rato gastó 99.054 euros. Antes de traspasar los muros de prisión pidió públicamente perdón y asumió los errores cometidos.
Según fuentes penitenciarias, Rodrigo Rato no podrá optar a permisos puntuales hasta que cumpla un cuarto de condena, es decir trece meses. De momento no se le ha clasificado en ningún grado penitenciario. Lo propone la Junta de Tratamiento de la cárcel que realiza una propuesta que resuelve la Secretaría General de Instituciones y que habitualmente en estos casos suele ser el segundo grado penitenciario. Se valoran circunstancias como que es el primer delito, el hecho de no tener antecedentes, el riesgo de reincidencia y la existencia de un entorno familiar y laboral estable.
Soto del Real es la prisión que más presos VIP ha albergado en los últimos años. Conviven ahora mismo junto con Bárcenas, Rato, Rodríguez Ponga y el resto de presos, Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda y antiguo secretario de organización del PP de Madrid que cumple condena por Gürtel y Alberto López Viejo exconsejero de la Comunidad de Madrid. Antes estuvieron el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán y el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell.
Todos están presos por supuestos delitos económicos y relacionados con la corrupción. Hasta hace unos años no era común ingresar en prisión preventiva por este tipo de ilícitos penales. Sin embargo ahora los jueces dictaminan el ingreso en prisión como medida cautelar ante el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.
Ana Terradillos
Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra (1991-1996) y en Ciencias Políticas por la UNED...