Incidentes violentos en la celebración de River Plate en Buenos Aires
La Policía desalojó esta madrugada la celebración de los hinchas de River en el Obelisco de Buenos Aires después de que algunos de los congregados empezasen a arrojar piedras contra agentes que integraban el operativo de seguridad
Según fuentes oficiales, hubo unos 20 demorados -retenidos y liberados posteriormente- por las agresiones y al menos tres policías heridos con diferentes traumatismos, informa Efe.
Cerca de la medianoche, en unos festejos que se celebraban en paz desde que se conoció la victoria de River Plate en Madrid ante Boca Juniors en la final de la Copa Libertadores, un grupo de hinchas violentos comenzó a agredir a la gente, a pelearse entre ellos y a arrojar objetos contra la policía y los automóviles de cadenas de televisión, y fueron desalojados por las fuerzas de seguridad.
Los incidentes, según las fuentes, se atribuyen principalmente a la alta ingesta de alcohol por parte de multitud de los congregados en la céntrica avenida 9 de Julio, donde se ubica el Obelisco. La Policía reaccionó tirando gases y balas de goma para desconcentrar a los violentos.
Una noche larga
Si bien tiempo antes de que la gente empezase a retirarse del lugar tras cinco horas de celebraciones, los agentes comenzaron a desalojar la zona para evitar más incidentes. Antes de los sucesos, la Policía había informado de incautaciones de bebidas alcohólicas entre los hinchas.
Además del Obelisco, cientos de aficionados se congregaron en las inmediaciones del estadio Antonio Vespucio Liberti, más conocido como el Monumental, de River Plate, situado en el barrio de Belgrano (norte). Según los últimos datos difundidos, en total cerca de 20.000 personas se acercaron a ambos puntos del festejo.
En torno a las 18.45 hora local (21.45 GMT), poco después de que River se proclamara campeón, los hinchas del Millonario fueron acercándose al Obelisco bajo la intensa lluvia que caía sobre Buenos Aires, y de forma progresiva fueron colmando la zona. Asimismo, cientos de seguidores no dudaron en circular por las calles abiertas tocando el claxon, ondeando banderas por fuera de la ventanilla y gritando odas a su club.
La suspensión del partido anterior
El operativo estuvo a cargo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, en colaboración con la Policía Federal, con el que se buscaba evitar escenarios como el que obligó a suspender el 24 de noviembre la primera fecha programada del partido de vuelta de la final.
Ese día, aficionados de River lanzaron sobre el autobús de Boca, cuando llegaba al Monumental, un montón de piedras que dejaron a varios jugadores heridos, y en las afueras del estadio hinchas provocaron disturbios con agentes a las afueras del Monumental. Por todo eso, y tras la decisión de no jugarse tampoco un día después, finalmente la Conmebol decidió trasladar el encuentro a Madrid.
Para las celebraciones de este domingo en el Obelisco -tradicional escenario de festejos-, se colocó un vallado con el objetivo de proteger las fachadas de los edificios, mientras que los chaflanes y las bocacalles quedaron abiertas para la circulación de las personas.