Ramos protagoniza 'la celebración más larga del mundo'
El sevillano hizo el 3-0 y lo festejó de casi todas las maneras posibles
Pocas celebraciones se han visto tan completas como la de Sergio Ramos tras marcar en la final del Mundial de Clubes. El camero hizo el 3-0 con un cabezazo inapelable y decidió celebrarlo a lo grande. Una celebración fragmentada en cinco pasos claros: señalar el escudo, mandar callar al público, indicar su nombre en la camiseta, ir a abrazar a Isco, que estaba calentando y finalmente buscar una cámara de televisión para hacer su ya famoso gesto del teléfono.
Ramos fue muy pitado durante toda la final del Mundial de Clubes por una afición que no perdona la acción del capitán del Real Madrid con Salah en la final de la pasada Champions tras la que el egipcio se tuvo que retirar lesionado.