San Gil, Álvarez de Toledo e Hidalgo en las quinielas del PP para Madrid

Madrid

Pablo Casado está de 'gira' por España. La hizo en las primarias de su partido y ahora repite para ir presentando a sus candidatos para las municipales y autonómicas de 2019. Quiere que estén todos designados para la Convención Nacional que se celebra los días 18, 19 y 20 de enero.

El presidente de los populares ha ido a Murcia, Cataluña, Extremadura. Este fin de semana ha estado en Baleares, Castilla y León y Euskadi. Ha decidido quedarse sin vacaciones de Navidad para completar la ruta a tiempo.

En la mayoría de los sitios está ratificando los nombres previstos. Pero en sus filas no saben qué hará en Madrid y van a tener que esperar aún un poco. Casado lo ha dejado para el final. El acto oficial de proclamación será el próximo 13 de enero. Ese día, si antes no se ha filtrado quienes serán los elegidos, se desvelarán las incógnitas.

Dentro de la formación conservadora se hacen apuestas. No saben si mantendrá a Ángel Garrido al frente de la Comunidad y a José Luis Martínez Almeida en el Ayuntamiento. Varios dirigentes recuerdan que, en la cena de Navidad del pasado jueves, Casado dijo que ambos eran “referentes” de las políticas del PP y, por eso mismo, les chocaría mucho ver que prescinde de ellos. En cualquier caso, los populares juegan con la posibilidad de que alguno de los dos sobreviva en su puesto aunque tampoco lo tienen muy claro.

Desde hace meses, en el Partido Popular no dejan de especular con los cabezas de lista madrileños. Algo a lo que han contribuido las encuestas internas encargadas por Génova. Con ellas se ha ido testando el grado de conocimiento y la valoración que hacen los ciudadanos de algunos de sus dirigentes. Como, por ejemplo, el expresidente de Endesa, Manuel Pizarro; el vicesecretario de Organización, Javier Maroto o la exministra de Agricultura, Isabel García Tejerina.

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Sus nombres se suman a los de las quinielas que se hacen a nivel interno. Los nervios está desatados y por eso, muchos apuntan hacia la exdiputada Cayetana Álvarez de Toledo, el economista Daniel Lacalle o la consejera Engracia Hidalgo. También ha sonado con mucha fuerza Adolfo Suárez Illana, el presidente de la Fundación Concordia y Libertad.

Su presencia constante, junto a Casado, ha encendido las alarmas. Da igual que quienes le rodean aseguren que no tiene ningún interés por ponerse a hacer campaña. El día que le instalaron despacho en la séptima planta de Génova, muchos ya le dieron por designado.

Ademas, se habla bastante de la expresidenta del PP vasco, María San Gil, quien hace diez años dio “un portazo” a Mariano Rajoy por diferencias ideológicas fundamentales. Entonces, decidió abandonar la primera línea política y se fue a colaborar con la FAES de José María Aznar.

Hasta el pasado mes de julio, cuando reapareció junto a Casado en El Retiro. El líder del PP comentó que ella era "la referencia moral de España". "En mi proyecto, será lo que quiera, cuando quiera y cómo quiera", proclamó. Y se ve que la tiene en mente, para ahora o para el futuro, como figura capaz de recuperar los “principios y valores de su formación”.

Frenar la fuga de votos a Cs y Vox

En la dirección nacional saben que, si funciona, el modelo de Andalucía, se podrá exportar hacia otros territorios. Pero no quieren que sus votos se vayan a Ciudadanos o Vox. De modo que buscan perfiles que puedan retener a su electorado mientras estudian bien los pasos a dar.

Por eso Casado estudia su decisión. Debe atinar. Aunque los que le rodean ya dan por hecho que, haya o no cambios, su jefe se implicará y tendrá un gran protagonismo. Nadie olvida el peso que tiene desde años dentro de la formación regional y tampoco que si Rajoy siguiera en la Moncloa, él seguramente habría sido nombrado candidato por Madrid.