Muere una mujer española por la explosión de gas en París
El Gobierno francés confirmaba que al menos dos personas habían muerto
Entre los heridos se encuentra otro hombre de nacionalidad española pero su estado de salud no reviste gravedad
La explosión hizo temblar las ventanas y cristales y causó importantes daños materiales sobre los edificios y comercios colindantes. / ATLAS
París
Una mujer española ha fallecido este sábado tras la explosión de gas registrada en una panadería del centro de París, según confirman desde el Ministerio de Exteriores. La explosión dejó un total de tres fallecidos y decenas de heridos por la potencia de la detonación, que devastó fachadas, comercios y vehículos, causada, según los primeros indicios, por un escape de gas. La fallecida, según fuentes de la Delegación del Gobierno de Castilla-la Mancha, es de Toledo. Residía en el municipio de Burguillos, aunque trabajaba en un supermercado del toledano barrio de Santa Bárbara, muy próximo a su localidad de residencia. Estaba en París de vacaciones y se alojaba en un hotel próximo a la panadería donde se ha producido la explosión.
Entre los heridos se encuentran otras dos personas de nacionalidad española pero sus estados de salud no revisten gravedad.
El ministro francés del Interior, Christophe Castaner, informó a la prensa de que ocho personas se hallan "en urgencia absoluta" y otras 24 han resultado heridas leves.
Según el fiscal de la República de París, Rémy Heitz, los primeros indicios apuntan a un "origen accidental" de la explosión, producida por un escape de gas, aunque pidió ser "prudentes" hasta que se esclarezcan las causas. "Primero hubo una fuga de gas, y llegaron los bomberos para atenderla. Después se produjo la explosión que provocó el incendio consiguiente", explicó a la prensa Heitz, lo que explicaría el número de bomberos heridos.
Castaner, había alertado previamente de que el balance de víctimas por la explosión iba a ser "fuerte y grave", y no se descarta que vaya en aumento. El ministro francés del Interior se personó en el lugar del suceso junto al primer ministro, Édouard Philippe, y explicó que más de 200 bomberos y un centenar de policías se han movilizado tras la explosión, que calificó de "muy espectacular".
Los edificios colindantes han sufrido grandes daños materiales, y han tenido que ser desalojados por motivos de seguridad, al igual que los numerosos hoteles que hay en el barrio, uno de los más turísticos de la capital francesa.