El regreso de Aznar vuelve a enfrentar a las dos familias que conviven en el PP

Madrid

En el PP todos han escuchado atentamente a sus expresidentes y ya solo esperan el discurso de su líder. Los que rodean a Pablo Casado cuentan que en el Congreso de julio, él explicó lo que iba a hacer en el partido. Por eso, piensan que ahora detallará los planes que tiene para España en cuanto llegue a la Moncloa. Sus colaboradores le ven convencido de que “ganará y gobernará a la primera”, tras pactar con Albert Rivera y Santiago Abascal. 

En Génova todos destacan que Casado clausurará esta convención “centrándose en el futuro”. Una idea que se verá reforzada por la presencia de Juan Manuel Moreno. El nuevo presidente de Andalucía le acompañará en el cierre y se convertirá así en uno de los grandes protagonistas de la jornada.

Al igual que José María Aznar. El mentor de Casado, repite. Volverá a salir en una foto en la que ya nadie espera a Mariano Rajoy. Y es que a algunos dirigentes populares les parece que el ala dura de su partido ha enterrado definitivamente a la moderada. La intervención del presidente de FAES desató un nuevo enfrentamiento entre dos familias que conviven en el PP.

Por un lado, muchos no dudaron en aplaudir a Aznar, destacando “su nivel”. Para ellos se trata de “un referente”, al que agradecen que después de tantos años, vuelva a pedir el voto para el PP: “De ese modo, pincha el suflé de Vox”. El equipo de Casado celebraba por todo lo alto sus palabras: “Le ha encumbrado. Ha impulsado su liderazgo”.

Pero, por otro lado, se desataron las criticas. Muchas personas cercanas a Rajoy lamentaron “volver al pasado”: “Tenemos la sensación de que se habla de todo como si nuestro jefe no hubiese existido”. Estaban “espantados” por su excesivo protagonismo. Temen que haya vuelto para quedarse, que tutele a Casado e imponga un mensaje radical. Comentan que quien renunció a ser presidente de honor se ha convertido en “un presidente sin honor”. Y recuerdan todas las zancadillas que le puso en el camino a Rajoy: “Tal vez si hubiese arrimado el hombro ahora no existirían ni Ciudadanos ni Vox”. 

De ese modo, vuelven las peleas y todos miran hacia Casado. Opinan que es él quien tiene que “coser” al partido. “Debe cerrar heridas de una vez por todas”, señala más de un diputado. El exresponsable de Organización, Fernando Martínez Maillo, lo pidió a primera hora de la mañana. Reclamó a los suyos no estar todos los días discutiendo “si somos galgos o podencos”, en referencia a cada sector popular. Muchos esperan que las polémicas se acaben pronto y que los llamamientos a la unidad sean reales.