Más resultado que juego para el líder en Montilivi
El Barça se impone al Girona por 2-0, pero dejando dudas en un partido en el que quien dio la cara fue el Girona que jugó casi toda la segunda mitad con diez jugadores

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No fue en Miami, pero el Barcelona acabó por imponerse al Girona (2-0) con un mejor resultado que juego. Cuando el rival tiene un jugador menos que tú y los mejores de tu equipo son el portero y la pareja de centrales, significa que algo no funcionó del todo bien.
- el resumen en 30 segundos
Quizás fue el apoyo y la fuerza que transmite un complicado campo como es Montilivi, pero si el Hard Rock Stadium hubiera visto la valentía, el juego y el control que tuvo el Girona durante buena parte del encuentro, igual alguno se hubiera cambiado a la camiseta blanquirroja.
Sin embargo, un gol de Semedo en la primera parte y la imaginación de Messi para culminar un contrataque perfecto y el partido terminaron por tumbar a los locales que se hunden en LaLiga, ya que no conoce la victoria desde hace siete jornadas de LaLiga (4E y 3D), mientras que el Barça ha ganado sus últimos siete partidos, la mejor racha vigente de cualquier equipo en las cinco grandes ligas.
El encuentro comenzó con mucho ritmo. Una buena puesta en escena de un Girona presionante que salió a morder al Barça desde los 30 segundos que tuvieron su primer acercamiento. Los locales estaban poniendo en apuros a los de Valverde, recuperando en campo contrario e incomodando a la defensa visitante, pero durante 10 minutos llegaron curvas.
Semedo marcó el primero tras una jugada en la que se sucedieron hasta tres centros al área del Barcelona. El portugués la enganchó con pierna izquierda en un rechace dentro del área donde lo más destacado fue la inusual blandeza defensiva que mostró el Girona en la acción. Un tanto poco usual respecto a lo que el Barça acostumbra en sus goles. Con él, el lateral diestro se convierte en 14º jugador de la plantilla en ver puerta esta temporada y los blaugrana, hoy de fosforito, iguala su mejor racha goleadora fuera de casa.
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Gol de Semedo (Girona 0 - FC Barcelona 1)
Casi sin tiempo de celebrarlo, en una acción muy rápida por la banda izquierda, Stuani cayó en el área del Barcelona en una jugada con Jordi Alba en la que nuestro árbitro de Carrusel Deportivo, Iturralde, afirmó que era penalti, pero que el VAR acertó en no intervenir en una jugada interpretativa.
Para terminar con la montaña rusa, Messi dio un pase en profundidad, de esos en los que debería pensar: “Toma, mételo tú”, pero Coutinho desaprovechó la asistencia del argentino, que le dejo solo, mandando el balón muy centrado, donde Bounou pudo despejar. Mérito también fue del guardameta del Girona quien tapó muy bien los espacios, pudiendo haber supuesto la jugada el 2-0 con casi toda seguridad.
El partido siguió roto, donde ni el centro del campo de uno o de otro pudieran imponer su tempo, pero la balanza iba oscilando poco a poco a favor de los de Valverde, que se acercaban con más insistencia y peligro con el paso de los minutos.

Messi en una disputa con Stuani durante el partido / David Ramos

Messi en una disputa con Stuani durante el partido / David Ramos
A menos de cuatro minutos del final del primer asalto, Stuani se encontró con un regalo de la defensa del Barça, plantándose solo delante de Ter Stegen. El uruguayo remató cruzado, pero el alemán pudo salvar la oportunidad, no sin dejar un balón muerto en el despeje que pudo aprovechar Pere Pons, pero que Piqué salvó in extremis bajo palos. Apunto estuvieron los locales de marcar ese famoso ‘gol psicológico’ antes del descanso.
A la reanudación el partido comenzó como acabó. Ter Stegen disfrazándose de héroe, el Girona presionando y Stuani intentando fusilar para el empate. Sin embargo, en el minuto 52, un nuevo obstáculo apareció en el camino del Girona para intentar la remontada. Bernardo vio su segunda tarjeta del partido y dejó al equipo con 10 para todo lo que quedaba de encuentro. Una cartulina cuanto menos dudosa tras una falta a Luis Suárez que trataba de combinar con Messi.
Aunque da igual lo que le echaran a los blanquirrojos que los de Eusebio Sacristán seguían intentándolo con insistencia, mientras que el Barça, por encima en el marcador y con superioridad, no era capaz de controlar ni parar los ataques, solo Ter Stegen estaba manteniendo el resultado para los suyos.
Se juntaron las dos caras de la moneda. Un irreconocible Busquets que perdió varios balones era la representación de cómo estaba el equipo, mientras que el Girona estaba mandando con uno menos, jugando con el balón e incluso presionando al Barcelona en su campo, dándole casi con su propia medicina. Fue justo en ese momento cuando tuvo que aparecer el factor diferencial, el líder del líder.
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Gol de Messi (Girona 0 - FC Barcelona 2)
En una contra rápida del Barça protagonizada por una de las mejores sociedades de LaLiga, Jordi Alba entró solo por su carril y dejó solo a Messi en la frontal del área, superando a Bounou con una vaselina y toda la sangre fría que puede tener uno de los mayores especialistas en eso. La quinta asistencia del lateral al ‘10’ y las que pueden venir. A pesar de todo, el argentino no estaba teniendo su mejor partido, pero fue suficiente para despertar al Girona y sentenciar el partido, además de estrenarse por primera vez en Montilivi.
En el descuento, Coutinho pudo poner el 0-3, pero el brasileño, que para nada está mostrando su mejor versión en este comienzo de 2019, desaprovechó su segundo cara a cara en el partido. Nada relevante para el resultado, pero sí para las dudas que se están creando alrededor de su figura en el equipo.
Los locales no perdieron la cara en los 20 minutos que quedaban y ni mucho menos iban a dejar que fuera un ‘baño’ y les cayeran más, pero fue patente el daño que hizo el 2-0. La afición reconoció el esfuerzo y el juego y en esos momentos dejó uno de los sonidos de la jornada, animando a su equipo como si fuera el primer minuto.
Así terminó el partido, uno de esos que, como se dijo en Vallecas, dan ligas, pero también empiezan crisis. Tras perder por 2-0 en la Copa contra el Sevilla y asumir la idea de que la prioridad para la plantilla era no dejar escapar LaLiga, el Barcelona ofreció una pobre versión en Montilivi, donde su efectividad y pegada fuera los que hicieron que se llevaran los tres puntos. Pero por juego, el resultado castigó mucho a un Girona que durante buena parte del partido fue mejor que los de Valverde.




