Finlandia reconoce el fracaso de poner en marcha una renta básica universal
Los responsables de aplicar esta medida en Finlandia han entregado al gobierno sus conclusiones y la principal es que allí, por lo menos, no ha funcionado
Madrid
En enero de 2017, Finlandia se convirtió en el primer país de Europa en poner en marcha un proyecto de renta básica universal, un experimento para comprobar los efectos que esta medida pudiese tener en las vidas de las personas que recibiesen esta renta durante un periodo de dos años, pero también querían comprobar los efectos que tendría sobre el empleo y si la medida podía agilizar y reducir la burocracia para acceder a las ayudas sociales.
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Para ello, el país nórdico encargó un estudio para comprobar los efectos de la medida. El estudio finlandés se realizó sobre una muestra aleatoria de dos mil personas, personas que estuviesen recibiendo una prestación por desempleo. A esas personas se les sustituyó el paro por una renta básica de 560 euros al mes libres de impuestos.
El pasado mes de abril el gobierno finlandés ya anunció que no iba a prorrogar la medida más allá de diciembre de 2018 y que no pretendía extender a otros grupos sociales a pesar de que la Seguridad Social solicitó fondos al Ejecutivo para ampliar el experimento a otras 10.000 personas incluyendo al estudio a asalariados y autónomos. Finalmente se descartó esta iniciativa.
Ahora, los expertos que lo han dirigido el experimento ha asegurado que no han conseguido avances significativos ni grandes mejoras y que Finlandia estudiará otros caminos para reformar y modernizar el sistema de la seguridad social.
Otros territorios como Canadá, Holanda, Escocia, Kenia o la India tienen sus propios proyectos o están en vías de desarrollo de proyectos para analizar la viabilidad de instaurar una renta básica.