Bronca entre Montero y Casado en el debate de los Prespuestos: "El milagro económico del PP está en la cárcel"

Madrid

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido en el Pleno del Congreso los Presupuestos Generales del Estado. "Protegen el crecimiento de España, fortalecen las políticas sociales y potencia un mercado laboral con empleo más digno", ha dicho la ministra que ha dirigido sendos mensajes. "Todo indica que el independentismo votará en contra de unos Presupuestos buenos para Cataluña y que las derechas votarán en contra de unos Presupuestos buenos para España". Ha explicado que el Gobierno "no va a aceptar la autoderminación de Cataluña en el orden del día" y no va a ceder "a ningún chantaje". 

Montero ha lamentado los ataques recibidos por "apostar por el diálogo en Cataluña y no seguir la política del avestruz de esconder la cabeza". Por eso ha pedido respeto. "Decir que el presidente es ilegítimo es atacar la Constitución", ha dicho. La ministra ha pedido a PP y Cs que "deje de vivir del conflicto". Y se ha preguntado: "¿Hasta dónde están dispuestos a llegar para desgastar al Gobierno". A la vez que les ha pedido que dejen la sobreactuación y recuperen la mesura. "No alienten un discurso de odio. Aporten una solución en lugar de vivir del conflicto", ha pedido. La ministra ha denunciado la actitud obstruccionista del grupo popular. "Sabíamos que los perdedores de la moción no la iban a digerir". 

"Me hubiera gustado que el debate presupuestario no se hubiese producido en esta semana de inicio del juicio del 'procés'", ha reconocido Montero, quien ha opinado que esta coincidencia ha podido influir en la "polarización" de los distintos posicionamientos y ha dificultado un debate "serio y reflexivo" sobre las nuevas cuentas públicas.

"Un país rico no puede tener trabajadores pobres"

La ministra ha defendido los Presupuestos necesarios "que nos permitan cerrar las heridas de la crisis" y recuperar el Estado social que fue "desmantelado por el PP".  "Las cuentas quieren volver activar de nuevo el ascensor social. Se llama redistribución de la riqueza". 

"Un país rico no puede tener trabajadores pobres", ha explicado Montero. "Les recuerdo que en caso de que estos Presupuestos no se aprueben, el objetivo del déficit se iría al 2,2% o al 2,4%, en lugar de las cifras que estamos proponiendo -por debajo del 2%". Sostiene también que el empleo debe ser digno e igualitario entre hombres y mujeres.

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El Gobierno, sin apoyos suficientes 

Los Presupuestos se enfrentan a las enmiendas a la totalidad del PP, Ciudadanos, Esquerra Republicana (ERC), PDeCAT, Coalición Canaria y Foro Asturias, que suman 185 votos, muy por encima de la mayoría absoluta. También UPN ha anunciado su apoyo a la devolución del proyecto presupuestario e incluso Bildu no lo descarta, lo que podría elevar la cifra a 189 votos.

Estas enmiendas se votan en una única votación, ya que todos piden lo mismo: la devolución de las cuentas al Gobierno. A un día de la votación, el Ejecutivo socialista tiene comprometido el respaldo de Unidos Podemos, PNV, Compromís y Nueva Canarias, además de los 84 escaños del PSOE, que suman un total de 161 votos. Para salvar su proyecto, los socialistas necesitan que los independentistas catalanes retiren sus enmiendas de totalidad.

Alto voltaje entre Casado y Montero

Pablo Casado ha aprovechado su intervención para defender la gestión del Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy, quien, según el líder del PP, redujo sensiblemente "el desempleo de las mujeres" y resolvió el problema de déficit con el que se encontró al abrir "los cajones" del anterior gobierno socialista.

Casado ha recurrido a palabras como "bochorno" o "desfatachez" para referirse al Gobierno que preside Pedro Sánchez. También ha dicho que "han traicionado a la constitución Española", que "no dan la talla" y que pasarán a la historia por haberse apoyado durante nueve meses "en los que quieren romper España". Palabras que han despertado una sonora ovación entre los diputados de la bancada popular.

En su turno de réplica, Montero le ha reprochado a Casado su tono y su lenguaje, plagado de "palabras guerracivilistas". La ministra de Hacienda también ha acusado al PP de recurrir a "la mentira y la confrontación para llegar a la Moncloa", pero se ha mostrado especialmente dura con el "fracaso" su gestión económica: "¿Sabe dónde está el milagro económico del Partido Popular? En la cárcel".

Montero también ha instado a Casado a retirar a Ignacio Cosidó de la portavocía del grupo popular en el Senado porque la investigación judicial de la 'Operación Kitchen' señala que el PP usó supuestamente fondos reservados del Ministerio del Interior para quitar a Bárcenas pruebas que pudieran perjudicar al partido.

La ministra también ha aprovechado su intervención para afearle al PP el peligroso hecho de que esté "blanqueando a sus socios de ultraderecha", en referencia a Vox. "No tienen ustedes alternativas y este es un motivo más para que ningún partido vote con Casado", ha zanjado antes de volver a su escaño.

Sin autodeterminación no hay presupuestos

La intervención de Joan Tardà, por su parte, ha girado entorno a la legitimidad del derecho de autodeterminación de forma casi monográfica. "Ha triunfado la lectura fraguiana de la Constiución y ustedes van a remolque", ha dicho. Hasta la presidenta del congreso, Ana Pastor, le ha tenido que recordar que se trataba de un debate sobre los Presupuestos, llegándole a pedir que usara esa palabra alguna vez.

El diputado de Esquerra Republicana ha empezado asegurando que el "juicio de la vergüenza" va a provocar una "fractura emocional" entre Cataluña y España aún más profunda que la sentencia del Estatut y, mostrando una imagen de los acusados en el llamado juicio del Procés, ha asegurado que esa foto va a aparecer "en los libros de texto". El portavoz republicano ha añadido además que quizá su partido vuelva a incorporar la "amnistía" en su programa, como ya hizo en el pasado.

Tardà también ha reconocido que la consulta del 1 de octubre fue "un gesto de desobediencia institucional", pero ha lamentado que ahora el Estado quiera "escarmentar a Cataluña" con una solución que, desde su punto de vista, es "pan para hoy y hambre para mañana".

"Entiendo que les duela que, 40 años después de aporbarse la Constitución Española, la realidad catalana sea tan distinta. Ni yo mismo me creo que el independentismo haya pasado del 12 al 48 %, pero es verdad e invocamos el principio de realidad", ha señalado Tardà. "Una solución no democrática del conflicto conllevará que los catalanes, independenistas o no, vayamos a sufrir. Pero también está sufriendo la sociedad española. Resurgen los fascismos".

Tardà ha lamentado que el Gobierno "no haya aguantado el chaparrón de la derecha" y ha explicado que no fue ERC quien se levantó de la mesa de negociación, pero ha asegurado que seguirán "trabajando para que esta oportunidad perdida no sea definitiva".

Por su parte, la ministra de Hacienda, consciente de que la aprobación de sus Presupuestos pasa sí o sí por el apoyo de ERC, ha centrado su réplica en las mejoras sociales previstas en las cuentas que propone y ha tachado de "error histórico" el previsible "no" de los nacionalistas catalanes.

"Pienso que en Cataluña no se va comprender que un partido de izquierdas no apoye la mejora de las cuentas públicas", ha sentenciado María Jesús Montero. "No cree que los catalanes merecen una mejora de los servicios públicos, de las pensiones o de las ayudas a la dependencia?".

La ministra ha asegurado también que el Gobierno jamás ha accedido a negociar con el derecho de autodeterminación y ha defendido "la imparcialidad" del Tribunal Supremo, así como "la separación de poderes". Una posición que, según ha recordado, no les ha impedido mantener el diálogo con la Generalitat para tratar de "reconstruir puentes". Y sobre la alusión de Tardà a la negociación, ha alegado que hay dos formas de levantarse de una mesa: "lenvantarse o plantear imposibles".

Montero ha agradecido "el tono" empleado por Joan Tardà y ha negado que el PSOE haya planteado ilegalizar ERC, pero ha apostado por seguir explorando la profundización en la autonomía. La ministra de Hacienda, de hecho, ha acusado a los nacionalistas de "unir su voto a la derecha" y ha reconocido que a veces tiene "la impresión de que les interesa la confrontación porque van a sacar más rédito electoral".