Portugal se adelanta a Europa y prohíbe la venta de cubiertos, platos y pajitas de plástico a partir de 2020
La nueva normativa extiende el veto sobre el uso de utensilios de un sólo uso a los bares y restaurantes lusos
Lisboa
Cada año 100.000 toneladas de plástico provenientes de los Estados miembros de la Unión Europea situados en las costas del continente terminan en el mar. Estos elementos plásticos ---que ya representan el 70% de los residuos marinos--- se degradan, pero no desaparecen por completo: muchos son consumidos por los peces ---que eventualmente son pescados y comidos por los europeos---, mientras que otros reaparecen en las playas, donde representan el 49% de la basura que se encuentra en la arena. Gran parte de estos plásticos son desechables, y por eso en 2018 Bruselas promulgó una directiva europea que prohíbe la venta de gran parte de objetos hechos con estos plásticos de un sólo uso a partir de 2021. Con el fin de demostrar su compromiso con la política verde, sin embargo, este viernes el Gobierno de Portugal ha anunciado que se adelantará al resto de la Unión y prohibirá material fabricado con estas sustancias en apenas un año.
A partir de 2020 queda vetada la venta bastoncillos de algodón y cubiertos, platos y pajitas de plástico en Portugal. La medida también veta el uso de estos materiales en los restaurantes, cafés y otros establecimientos públicos del país vecino, extendiendo de esta manera la política que está en vigor en la administración pública lusa desde principios de este año. Aunque el Ejecutivo ha fijado julio de 2021 como la fecha límite para el fin de la venta de estos productos, en declaraciones a los medios portugueses el ministro de Medio Ambiente, João Matos Fernandes, indicó que se intentará retirar los objetos hechos con estos materiales de las tiendas lusas en enero del año que viene.
El político afirmó que la meta de 2020 se puede conseguir ya que "el objetivo está en consonancia con lo que ya está ocurriendo en el mercado", y señaló que muchos supermercados portugueses ya venden bastoncillos, platos y vasos hechos de cartón en vez de plástico desechable. Ante los medios, Matos Fernandes afirmó que el éxito de la política en la administración pública demuestra que es posible extender las buenas prácticas a todos los ámbitos.
Durante la misma comparecencia el ministro indicó que a partir del 1 de enero del año que viene quedará prohibida la venta de bolsas de plástico oxo-degradables que todavía se venden en algunos supermercados lusos. Aunque inicialmente se dio a indicar que este tipo de bolsa se degradaba fácilmente, estudios posteriores han demostrado que simplemente se fragmentan en microplásticos casi imposibles de eliminar del medio ambiente. A la vez que éstos desaparean, se incrementará el precio de las bolsas de plástico resistente ---las cuales tienen un espesor superior a los 50 microgramos---, con el fin de penalizar a quienes las siguen utilizando y motivarles, en todo caso, a reutilizarlas. También se anunció que el sistema de descuentos para incentivar el reciclaje de botellas de plástico ---cuya versión inicial arranca a finales de este año--- estará en marcha en todo el territorio portugués antes de enero de 2021.
Las numerosas medidas anunciadas el viernes se producen a 10 meses de que Lisboa se convierta en Capital Verde Europea, promovidas por el Gobierno del socialista António Costa, comprometido con las causas medioambientales. El pasado diciembre el Ejecutivo se comprometió a poner en marcha medidas para reducir el consumo de plástico en Portugal en un 25% para 2025, y también ha suscrito el acuerdo europeo que garantiza que para la misma altura se reciclarán el 90% de las botellas de plástico en el país vecino.