Internacional
Bélgica

Matar el estrés a hachazos

Un bar de Bruselas ofrece un espacio para la práctica de este particular deporte con la intención de que sus clientes combatan así las tensiones del día a día: lanzar un hacha... contra una diana

Una mujer recoge su hacha en el WoodCutter Urban Axe Throwing de Bruselas. / Ana Belinchón EFE

Madrid

Bruselas, centro de poder de la Unión Europea, corazón de las instituciones, cuenta con poco más de 177.000 habitantes. Es la vigésimo octava urbe del continente en cuanto a población, la decimosexta en cuanto a extensión de su área metropolitana. No parece mucho. Pero en esos días en que a sus habitantes habituales se suman parlamentarios, asesores y otros miembros de organismos de la Unión que tienen en la capital belga una residencia de trabajo y encima llueve otra vez; días en los que llegan, corren, discuten y se estresan... Después, nada como lanzar unas hachas. Eso al menos ofrecen Félix Romain y Julien Vandenitte, dos emprendedores belgas que han detectado esa necesidad y abierto el primer bar en el que se puede tomar una copa y lanzar un hacha.

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Posted by WoodCutter on Sunday, December 30, 2018

En el centro de la capital, próximo al famoso Manneken Pis, se encuentra WoodCutter Urban Axe Throwing, el espacio en el que empiezan la peculiares historias. Porque según reza la propia página web del local "las grandes historias comienzan con una cerveza y un hacha. Empieza la tuya". Para hacerlo basta con abonar los 17 euros que cuesta una partida.

La mecánica es sencilla. Una suerte de jaula individual para evitar accidentes con los vecinos lanzadores, un trozo de madera que, convenientemente pintado con un rotulador, hace de diana, al estilo del tiro con arco, y un lanzador de hacha al otro lado. El que más aproxime su filo al centro de la diana, gana.

Cuentan Romain y Vandenitte que la idea se les ocurrió para adaptar algo que ya se practica con asiduidad en Canadá y Estados Unidos y que se ha ido renovando al cruzar el Atlántico. Es "un juego de habilidad", dicen, para el que "no hace falta fuerza, sino técnica". Y algo de resistencia al alcohol, porque en su acomodación de este deporte el estilo belga han incorporado el consumo de cerveza por "formar parte del patrimonio nacional"; aunque aclaran "no promovemos el alcohol, solo permitimos que los asistentes puedan acompañar esta experiencia con una cerveza en la mano".

Un deporte ¿para toda familia?

El lanzamiento de hacha cuenta con sus propias organizaciones deportivas a nivel internacional: la Liga Mundial de Lanzamiento de Hachas (World Axe Throwing League), con miembros en dieciséis países, y la Federación Nacional de Lanzamiento de Hachas (The National Axe Throwing Federation), que agrupa desde 2016 a 4.500 competidores de siete países del mundo, principalmente de Estados Unidos y Canadá.

A lanzar hachas, explican los dueños de este bar, uno puede ir en familia, en pareja o con amigos. "Este deporte es apto para cualquier persona que quiera venir a divertirse o liberar estrés después de una jornada laboral", afirma Romain, que ha sabido capitalizar junto a su colega toda la tensión que puede generar vivir en una ciudad como Bruselas, donde el ritmo de trabajo, el tráfico y la falta de sol son una constante del día a día.

Las medidas de seguridad, eso sí, no contemplan la entrada en el recinto en que se lanzan las hachas de menores de edad ni de personas que lleguen ebrias al local. La otra norma es que solo se permite un hacha por grupo.

Bruselas, el lugar desde que el que se alumbraron hasta los test de estrés a los bancos, es la primera parada de la firma Woodcutter. Peros los dos emprendedores prevén abrir tres establecimientos más en las ciudades flamencas de Lovaina, Amberes y Gante a lo largo del. De momento, descartan sacar de Bélgica las hachas.

 
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