Los dos momentos de Gabriel Rufián en el Supremo: sus palabras a Vox y el desplante a Santi Vila
El paso del diputado de ERC por el Tribunal Supremo ha dejado dos momentos llamativos
Madrid
El diputado de ERC en el Congreso de los Diputados Gabriel Rufián ha declarado como testigo de la defensa de Oriol Junqueras en el juicio al procés. Una declaración breve en la que el juez Marchena ha anulado, por improcedentes, la mayoría de preguntas de las distintas partes.
El paso de Rufián por el Tribunal Supremo ha dejado dos momentos llamativos. Uno al comienzo y otro al final. Nada más comenzar su declaración, Rufián ha asegurado que contestaría a todas las preguntas aunque le parecía una "vergüenza" que Vox estuviese personado en la causa. Aunque Rufián sí ha contestado a las preguntas de Ortega Smith no como la concejal de Barcelona de la CUP Eulàlia Reguant y al exdiputado de la formación Antonio Baños, ambos sancionados con 2.500 euros por negarse a responder a la acusación popular.
El otro momento de la declaración de Rufián tuvo lugar a su salida. El diputado de ERC se fue de la sala saludando a todos los procesados que se encuentran sentados en el banquillo central de la sala, salvo a Santi Vila, exconseller de Empresa, considerado como un traidor por un sector del independentismo tras dimitir de su cargo un día antes de la proclamación de la Declaración Unilateral de Independencia.
Rufián ha saludado a los exconsellers Meritxell Borràs y Carles Mundó, que se sientan en el último banco junto a Santi Vila, a quien ha alzado la mirada para evitar cruzar miradas. Seguido ha dado la mano al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y ha mostrado gestos similares para el resto de acusados. Esta actitud ha sido repetida tanto a su llegada como a su salida de la sala.