La Unión Europea bloquea la 'tasa Google' ante la falta de unaminidad

Madrid

Las reformas fiscales de la Unión Europea requieren el visto bueno de todas las capitales del bloque comunitario para poder salir adelante. Por esa misma razón, y ante el rechazo de países como Suecia, Dinamarca, Finlandia e Irlanda, los Veintiocho han optado por bloquear la famosa 'tasa Google'. Un canon, que obliga a pagar a los prestadores de servicios y agregadores de noticias por enlazar y mostrar contenido de medios de comunicación, que tendrá que esperar al menos hasta finales de 2020 para poder salir adelante.

Así lo ha dado a conocer el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, quien reconocía a primera hora de este martes a su llegada a la reunión de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) que era bastante probable que no se llegara a un acuerdo ante la oposición de estos cuatro países: "Creo que es bastante probable que no tengamos un acuerdo a Veintiocho"

Una propuesta que no convence a todos

Aunque los impulsores de la tasa cedieron hasta el punto de ofrecer a los países disconformes la posibilidad de gravar únicamente la publicidad online, los cuatro estados implicados han continuado mostrando su absoluto rechazo a la 'tasa Google' al considerar que dicha tasa vulnera el "principio de fiscalidad internacional". No así otros países como Francia o España, quienes han lamentado "la oportunidad perdida".

La propuesta original de la Comisión abogaba por la creación de un impuesto del 3% sobre la facturación de aquellas multinacionales digitales con unos ingresos que superen los 750 millones en todo el mundo y los 50 millones en el bloque comunitario. Una medida que afectaba principalmente a las empresas tecnológicas (Google, Apple, Facebook y Amazon), quienes apenas abonan una tasa impositiva media de 9,5%, por un 23,2% de las empresas tradicionales.

En busca de un acuerdo para finales de 2020

A pesar de contar con el beneplácito de los cinco países grandes (Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España), tanto Irlanda como los nórdicos decidieron oponerse a la misma desde el primer momento. Desde entonces, los impulsores han modificado la propuesta con el objetivo de convencer (sin éxito) a los Veintiocho.

No obstante, los impulsores se muestran optimistas de cara al futuro. Según daba a conocer el propio Moscovici a la salida de dicha reunión, la Unión Europea fía ahora la implantación de ese impuesto a un acuerdo en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que se desarrollará a finales de 2020.

Una reunión en la que se ha previsto tener conclusiones sobre cómo abordar los retos de la digitalización de la economía en 2020. En caso de que los países implicados no lleguen a una solución internacional, la Unión Europea podría volver a discutir, tal y como ha explicado el ministro de Finanzas rumano, Eugen Teodorovici, la introducción de dicho impuesto a nivel europeo.