"No tengo experiencia en teatro clásico, vengo a aprender"
Lluís Homar, elegido nuevo director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, confiesa su nula experiencia en el Siglo de Oro español y avanza su intención de representar obras del siglo XIX en el Teatro de la Comedia
Madrid
"Estoy feliz, contento, emocionado, cagado y confiado, es un cóctel emocional en el que está todo junto". Así decía sentirse Lluís Homar esta mañana en un encuentro con la prensa, después de que la directora general del Inaem, Amaya de Miguel, anunciara que el actor catalán había sido elegido nuevo director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) en sustitución de Helena Pimenta.
Homar, que será el séptimo director de la compañía desde que la fundara Adolfo Marsillach hace 32 años, ha explicado que decidió presentarse al concurso público convocado por el Inaem cuando estuvo en Madrid a finales de septiembre representando en el Teatro de la Abadía la obra Terra baixa y una amiga le propuso la idea: "le dije que no se me había ocurrido y ella me dijo 'tu recorrido no es de teatro clásico español pero tienes un recorrido de teatro clásico universal importante'. Eso es algo que podía añadir a un proyecto tan emblemático y potente como es la Compañía Nacional de Teatro Clásico y me lo empecé a plantear".
Homar gestionará un presupuesto anual de algo más de 4 millones de euros, cobrará un sueldo bruto de sesenta y siete mil euros y dirigirá una producción y actuará en otra cada temporada. Su contrato tiene una duración de 5 años y la posibilidad de prorrogar tres más. Su proyecto fue elegido entre cuatro finalistas, seleccionados entre 14 candidatos por el Consejo Artístico del Teatro, integrado, entre otros, por Carlos Aladro, Salvador Sunyer, Ignacio del Moral o Jesús Cimarro. La elección final ha corrido a cargo de la directora del Inaem, Amaya de Miguel, que justificaba su decisión por "su trayectoria, su solidez, su talento, su capacidad de gestión porque había dirigido el Lluire y sobre todo por su proyecto, que creo que es ilusionante, innovador y por entender que la CNTC no es una compañía de autor, sino la compañía nacional del estado español y entender que había que darle continuidad".
Lluís Homar, que dice entender el teatro "como un servicio público" desde que fundara el Teatre Lliure de Barcelona, ha explicado que va a cumplir 62 años y, aunque su carrera profesional se ha desarrollado como actor y director, "lo que a mí me lleva aquí es una actitud de servicio, el contribuir, aportar, no sé si es una cuestión de edad pero ahora es lo único que me interesa, qué es lo que aporto. Es para mí un acto de generosidad, porque necesito sentirme útil y esto es una oportunidad maravillosa".
"Me siento muy afortunado porque me toca llegar en un momento en el que el trabajo más importante está hecho", decía Homar, que confesaba que “la mía es una experiencia no está nada vinculada al teatro clásico español, nunca he interpretado una obra del Siglo de Oro, no lo he hecho”. Homar tampoco tiene experiencia como director de textos áureos. También reconocía que "mañana mismo, porque es algo que no he tenido, me pondría a hacer un curso de la palabra porque no lo he hecho nunca. Yo vengo a aprender, no se trata que venga a enseñar, vengo a aprender".
Muy poco concreto acerca de sus planes como director artístico, cargo que ocupará a partir del 1 de septiembre, Homar lanzaba algunas ideas:
Sobre el trabajo de los actores y actrices: "siento que quizá este sea el momento de pedirle al actor y a la actriz que den un paso adelante desde este recorrido mío personal que he hecho. Los ingleses y franceses nos llevan ventaja. Para mí es esa labor de intentar ver cómo se puede hacer que el actor entienda cuál es su rol para que el teatro pueda ir un poco más allá".
Sobre el lugar en el que le gustaría colocar a la compañía: "Me gustaría que la Compañía Nacional de Teatro Clásico gane la Copa de Europa (...) Quiero mirarlo todo, pero no quiere decir que haya que cambiarlo todo. Me gusta tambén Latinoamérica, porque creo que hay un recorrido por hacer, que podamos llegar allí. Y formar parte de esa primera división europea, y ya hay un ejemplo con el Piccolo Teatro di Milano, y hay que seguirlo con el Barbican de Inglaterra y distintos centros europeos. Ver, dentro de las limitaciones, cómo podemos acceder a eso".
Sobre textos y autores: "No vengo tanto con la idea de buscar nuevos textos, creo que la buenas partituras están, aunque no renunciemos a buscar nuevas. Mi primera tendencia es ir a buscar Hamlet o Cyrano, porque son los textos que el público ya conoce. Me gustaría pensar que el siglo XIX existe y que tengamos también esa flexibilidad porque creo que también es un siglo que puede ser muy rico, incluso entrando también en el siglo XX. Por mi procedencia, me gustaría también abrir ese abanico, pero también es algo que tengo que ver si es posible".
Sobre programación: "Necesitamos que venga Declan Donellan porque es un referente y que también venga a dar unos cursos; me gustaría que hubiera también un espacio de reciclaje para los actores ya veteranos, pero para que todos sintamos que la compañía pueda ser ese espacio donde nos sintamos generosos". Además, Homar abría el abanico de lenguas y anticipaba que en el Teatro de la Comedia podremos también ver clásicos catalanes.
En un comunicado de prensa posterior a este encuentro, el Inaem señala que "Homar pretende apoyar, recuperar y difundir el teatro clásico español, uno de los patrimonios culturales más importantes de nuestro país. Defiende el significativo papel que desempeña el teatro como espacio de reflexión y de conocimiento, catalizador de una experiencia colectiva donde el arte del teatro, a través de un texto y a través de una situación en el escenario, nos invite a buscar la verdad de los tiempos pretéritos para iluminar la verdad de nuestros días".
Además, prosigue el comunicado, Homar "apuesta por seguir construyendo una eficaz política de coproducciones con otros centros españoles así como con algunos de los festivales latinoamericanos más importantes, y con los grandes centros europeos de creación escénica. Para ello propone dotar a la CNTC de instrumentos de coproducción internacional y abrirse a la participación de grandes profesionales de la escena mundial, así como fomentar la presencia de jóvenes creadores".
Según el mismo comunicado, otro de los principales objetivos de Lluís Homar será "impulsar el trabajo de la Joven Compañía como alta escuela de aprendizaje y creación, a través de una generación de jóvenes artistas comprometidos con los valores de la verdad escénica y el arte interpretativo, y seguir reforzando la vinculación de la CNTC con el público joven".