'Socialité': un batiburrillo de fake news, mala leche y mucha falta de autocrítica
El programa presentado por María Patiño sigue perfilando su personalidad en la parrilla de Telecinco
Madrid
Este sábado tuve la suerte de pasar uno de esos días en casa que tanto se disfrutan y tan poco solemos (o suelo) poner en práctica. Un día para pegarse maratones de series, levantarse lo justo del sofá y comer viendo la TV. En esta ocasión, aproveché para volver a echar un ojo a 'Socialité', ese programa de la sobremesa de los fines de semana que produce La fábrica de la tele para Telecinco . Las pocas veces que me había aventurado a descubrir esta oferta complementaria al todopoderoso 'Sálvame' siempre había llegado a la misma conclusión: un sucedáneo de 'Corazón', el espacio que presenta Anne Igartiburu en TVE, pero con el sello de una siempre entregadísima María Patiño. Un programa con esa frescura y dinamismo que caracteriza a formatos como 'Sálvame' o 'Cazamariposas' y que tan bien trabajan en las entrañas de Mediaset. Por algo ya nadie intenta plantarles cara en este terreno. Sin embargo, en esta nueva revisión la sorpresa fue mayúscula.
En el tiempo que vi el programa, fui testigo de una sucesión de 'noticias' práctica o talmente inventadas, sin ningún tipo de fundamento o, directamente, creadas para buscar la polémica. Sí, es algo a lo que nos hemos acostumbrado a ver en 'Sálvame', pero no hay que olvidar que 'Sálvame' es un microuniverso en si mismo; un pseudoreality en el que, a día de hoy, participa quien entra en su juego y, para bien o para mal, acepta sus reglas. El problema de lo que vi este sábado en 'Socialité' es que, en este programa, salpican con su manera de hacer 'periodismo ' a personajes famosos que van más allá de su propia realidad paralela.
Para empezar, 'Socialité' puso toda la carne el asador especulando sobre el supuesto embarazo de Georgina Rodríguez. Para fundamentar esta noticia, la información iba custodiada de varias imágenes en las que la novia del futbolista Cristiano Ronaldo aparecía de perfil con la tripa hinchada. Tras todas las pruebas fehacientes, en las que cualquiera con un mínimo conocimiento de anatomía y reproducción humana podría desmontar, la presentadora tuvo el detalle de desmentir la noticia: la propia Georgina ya lo había negado afirmando que "es humana y también retiene líquidos". Gracias Georgina.
Lo que vino después es digno de estudio en las facultades más prestigiosas de Periodismo. El programa, siempre agarrado a la actualidad, se hizo eco de las primeras declaraciones de Malú tras ser operada de su lesión de tobillo y conocerse su supuesto affair con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. La cantante, alejada desde hace una temporada de los medios, recurrió a sus redes sociales, pero se ve que la noticia no tenía la chicha suficiente.
Menos mal que ese mismo día el político había compartido una foto (también en redes) desde un coche. "Blanco y en botella", pensarían los de 'Socialité', ya que Rivera y Malú, de entre los más de 7 miles de millones de personas de la Tierra, son los únicos que utilizan este medio de transporte. "Aquí tienen a Malú hablando en un coche", afirmó Patiño, refiriéndose al perfecto collage que tenía en pantalla. "Y aquí, pocos minutos después, Rivera aparece en el otro lado del coche. ¿Será el mismo?". Ahí la presentadora tuvo el detalle de pasar por alto que las tapicerias eran completamente distintas (una negra y otra beige) para no boicotear el vídeo que tan bien había preparado su equipo y, de paso, tomar por estupido al público. Ya lo de aclararlo mejor después, pero el cebo morbosillo que no se lo toque nadie.
Tras este pequeño problema de daltonismo siguieron para bingo afirmando rotundamente que Aitana, exconcursante de 'OT 2017' y personaje de interés entre la crónica social, le había comprado a la actriz Blanca Suárez su casa por el valor de 450.000 euros. Incluso detallando que le había pedido una rebaja en el precio final. Eso sí, se adelantaron tanto a la noticia que la propia Aitana se enteró ese mismo día gracias a 'Socialité' que había adquirido una vivienda, tal y como compartió en sus redes sociales.
Pero lo que más me llamó la atención y menos gracia me hizo, como periodista con un mínimo de empatía y profesionalidad que me considero (o, al menos, con alguna de las dos cosas), vino después. Una reportera acudía a un evento para bombardear a Eva González a preguntas, la popular presentadora cuyo trato con la prensa siempre ha sido excepcional. La conductora de 'La Voz' es consciente de que interesa su vida personal e intenta responder a los periodistas del corazón en la medida de lo posible. Siempre de buenas maneras.
Sin embargo, donde no hay noticia hay que inventársela y donde no hay salseo, hay que provocarlo. Al menos, eso pensó la reportera de 'Socialité', que quiso tocarle las palmas a la sevillana buscando "la noticia" con muy mala baba, preguntándole reiteradamente lo mismo sobre un supuesto conflicto personal, a pesar de las constantes negativas de la que fue Miss España. ¿Para buscar la noticia? No. El objetivo era crear un conflicto con Eva González y hacer noticia de ese rifirrafe. Para colmo, Patiño incluso tuvo los ovarios de felicitar a su compañera por ser incisiva. ¡De traca!
Todo esto se desarrolló en solo 20 minutos. 20 minutos que corroboran que 'Socialité' no es más que un batiburrillo de fake news, mala leche y lo que viene siendo echarle demasiado morro a la vida. Quedaban otros 60 minutos de programa, pero María Patiño seguía tan eufórica con su programa de autor que un espectador menos no le iba a suponer ninguna perdida importante.