Sánchez regresa al "no es no" para desterrar el referéndum por la independencia en Cataluña
El presidente del Gobierno y candidato socialista carga contra "el viaje a ninguna parte del inpendentismo" y descarta un plebiscito sobre la indenpendencia si él es presidente
Apela al diálogo y a defender con uñas y dientes el autogobierno de las autonomías frente a la influencia recentralizadora de la ultraderecha
Ni habrá referéndum ni habrá independencia en Cataluña porque lo que ocurre se debe a un problema de conviviencia y no de independencia, ha aseverado, contundente, Pedro Sánchez en un acto de precampaña en Zaragoza este domingo. El presidente del Gobierno se ha agarrado a su pasado, aquel de la oposición a la investidura de Rajoy que hasta le llevó a ser derribado por lo suyos, para proclamar como indudable la credibilidad de sus afirmaciones. "Siempre cumplo mi palabra y respecto al independentino, no es no", ha dicho; pero Sánchez carga también contra la influencia de la ultraderecha en PP y Ciudadanos, de cuyos impulsos recentralizadores promete defender a las autonomías.
El candidato socialista ha articulado un discurso entre dos viajes: el del indepententismo "hacia ninguna parte" y el de la derecha hacia más derecha, advirtiendo de la "radicalización" de quienes piden para sí la etiqueta del constitucionalismo. Y ante esta disyuntiva, Sánchez ha vuelto a activar el discurso del socialismo mediador, moderado, que en el centro del problema apela al diálogo como solución de los conflictos. "Para resolver una crisis de convivencia hay dos caminos: continuar confrontando o apelar al diálogo dentro del Estatuto y de la Constitución".
Sánchez ha insistido en el "riesgo real de que la derecha y sus tres siglas sumen una mayoría parlamentaria", repitiendo el esquema andaluz, y dibujado el panorama la solución es, para el socialista, el voto útil. "Aunar todos los esfuerzos en el único partido que puede sumar más que estas tres derechas", el PSOE, frente a la involución. "Si nos movilizamos no van a frenar esta ola de ilusión y esperanza", ha declarado.
La derecha que abraza a la ultraderecha
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El gran reproche del presidente del ejecutivo a PP y Ciudadanos es su facilidad pasa asumir la agenda de Vox y participar "sin ningún pudor" de sus propuestas. "Por qué se vuelve a hablar de homofobia y se pone en riesgo el consenso" sobre el aborto o la lucha contra la violencia de género, se ha preguntado. "Nunca se meten con la ultraderecha" porque "los necesitan para poder cuadrar las cuentas" y llegar a gobernar.
Así, ha apostado por un Gobierno de España con independientes de reconocido prestigio y progresistas para llevar a término el "giro social, la lucha contra la corrupción" y la defensa de la convivencia, añadiendo que "otros van juntos a todos lados, a tomarse un vino, y juntos los vamos a mandar a la oposición".
Los resultados desde Moncloa son a su juicio la mejor "tarjeta de visita" de su Gobierno. Logrados a través de la vía del decreto en las últimas semanas y entre las dificultades para sumar en un Congreso en el que solo hay 84 diputados socialistas. De ahí que reclame "una mayoría parlamentaria amplia, como se respira en el ambiente, " porque, en ese caso "España será imparable".
Pensiones, empleo y eutanasia
Al repaso de lo que considera sus éxitos ha querido añadir las promesas. Sánchez se ha comprometido a recuperar la ley sobre eutanasia que quedó primero empantanada en el Congreso y después en nada con la conclusión de la legislatura. Una respuesta al caso de María José Carrasco, cuyo marido ayudó a morir hace unos días enfrentándose ahora a las posibles consecuencias legales. Esta misma semana, el presidente del Gobierno daba a entender que promovería su indulto en caso de condena.
Sobre pensiones ha insistido en la necesidad de "blindar el carácter público de las pensiones", y que los jóvenes tengan una vida mejor, indicando que las dos principales causas de la precariedad son el empleo y el acceso a la vivienda, que él quiere mejorar para que se puedan emancipar. Ha mencionado la reciente subida del Salario Mínimo Internacional y ha defendido que criar una familia en el medio rural "no sea una heroicidad", comprometiéndose a mejorar la financiación de las comunidades despobladas y los ayuntamientos.