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OCIO INFANTIL

Los parques de bolas y la realidad sobre su higiene: "Nadie lo hace"... y no tiene por qué

En España no existe una regulación sobre el periodicidad de la limpieza de los parques de bolas

"Un parque de bolas hay que limpiarlo cada dos o tres meses, pero nadie lo hace", afirma la empresa Alfalex

Las instalaciones de los parques de bolas no están regidas bajo normativa de limpieza y seguridad. (GETTY IMAGES )

Madrid

No existe una normativa en España que regule la instalación, revisión y limpieza de los parques de bolas, uno de los espacios más populares del ocio infantil. La alarma saltó hace unas semanas cuando la revista científica ‘American Journal of Infection Control' alertó de la presencia elevada de gérmenes. La colonización bacteriana es tan alta que hallaron miles de células por bola, lo que aumenta la posibilidad de infección de los niños. ¿Qué ocurre en España? Sin reglamentación más allá de lo que establecen las inspecciones de Sanidad en las condiciones en las que se sirven las comidas, poco podemos exigir sobre limpieza y seguridad.

Alfonso Rubio es administrador solidario de la empresa Alfalex 21, encargada de instalación, diseño y montaje de estructuras de parques de bolas. Denuncia la avalancha de producto chino no certificado del que no se sabe la procedencia ni toxicidad de los plásticos. “El mercado se ha enrarecido mucho en los últimos siete años”, afirma. Hace unos años se intentó, sin éxito, establecer unas normas mínimas de parques infantiles interiores como el tipo de plástico utilizado que no sea tóxico, la altura, la higiene, tipos de espuma ignífuga o de redes.

Limpieza de bolas con fregona y lejía

Como no hay normativa, cada centro hace la limpieza a su manera. Dos personas contratadas para esa tarea acuden cada 15 días y durante cuatro horas a un parque de bolas de Bilbao. Las quitan, limpian con bayetas y productos, aspiran el suelo y vuelven a colocar las bolas. Es entonces cuando les pasan por encima con una pregona mojada en agua con lejía. Así tal cual. En las dos piscinas de 20 centímetros que tienen. “La clave es que esté limpio, que ni huela mal. Nosotros tenemos una cafetería donde pueden quedarse los padres. A los niños les da igual, pero si el parque de bolas huele mal, los padres se van”, explica una de las socias del centro.

  • ¿CUÁNTAS BOLAS TIENE UN PARQUE DE BOLAS?

”Estamos pendiente si nos avisan de vómitos o algo que haya que limpiar de manera puntual. Siempre hay toallitas a mano y limpiamos lo que haga falta”, cuenta. Antes de irse de vacaciones hacen una limpieza más profunda. Levantan tatamis y aspiran. Lo hacen las propias socias. Hay una empresa externa encargada de hacer el mantenimiento de la seguridad de la estructura. Otros parques de bolas con los que nos hemos puesto en contacto afirman que cada seis meses contratan los servicios de una empresa especializada. La mayoría de los espacios con los que hemos hablado, no acabaron de concretar ni la forma ni la frecuencia con la que saneaban las instalaciones que diariamente utilizan los niños.

Una niña, sepultada por las bolas de un parque.

Una niña, sepultada por las bolas de un parque.

“Hemos encontrado palomas y ratones muertos”

La frecuencia de la limpieza depende de su uso. Lo ideal es cada dos o tres meses, pero nadie lo hace así, según la empresa Alfalex. “Nosotros para llegar a hacer una limpieza al año nos las vemos y nos las deseamos. No los limpian. La gente dice que lo limpian y es mentira. Algunos simplemente quitan las bolas, les pasan una bayeta y limpian los fondos.”, afirma.

El coste limpieza profesional de un parque de hasta 10.000 bolas cuesta alrededor de 250 euros. Sacaron una promoción de que si contrataban cuatro limpiezas anuales salía cada una por 80 euros. Solo tuvieron un contrato. Son los datos que ofrece Alfalex para explicar que la higiene de los parques de bolas en España es deficiente. “En las limpiezas hemos encontrado palomas, ratones, capas de hasta un centímetro de grasa y orín. Es decir, que no es que vayamos con el bastoncito a limpiar o a sacar bacterias. ¡Pues claro que hay bacterias igual que cualquiera de uso cotidiano! Luego cuando la gente ve eso se echa las manos a la cabeza, pero es lógico si llevan un año sin limpiar”, explica.

¿Cuándo es un riesgo para la salud pública?

David Carmena es investigador en el Laboratorio de Referencia e Investigación en Parasitología del Centro Nacional de Microbiología. “Las empresas que tienen este tipo de instalaciones son responsables de garantizar no solo el mantenimiento sino también la salubridad del material que contienen”, opina. Los organismos del mismo tipo que explica el estudio americano del parque de bolas se encuentran prácticamente en todos los lugares: las monedas que tenemos en los bolsillos, los billetes, los cuartos de baños de los sitios públicos, el asiento del autobús. “Su presencia no implica un riesgo alto de salud pública, pero es necesario mantener los niveles adecuados de higiene y desinfección de lugares como los parques de bolas para minimizar esos riegos”, asegura el investigador.

Los parques de bolas son un lugar habitual del ocio infantil.

Los parques de bolas son un lugar habitual del ocio infantil.

 El riesgo de enfermedad o infección aumenta si el niño tiene un corte o una herida que facilite la entrada a través de la piel de estos microorganismos. También si su sistema inmune está debilitado. “En esas situaciones, las posibilidades de que exista un riesgo de infección y para la salud humana, se incrementan. Aquí en España, que yo sepa, no ha habido un brote reportado de enfermedad por uso de este tipo de instalaciones. Ese es el mensaje tranquilizador”, afirma David Carmena.

¿Qué microorganismos hay en un parque de bolas?

En un parque de bolas podemos encontrar bacterias, parásitos microscópicos y virus. Estos pueden ser transmitidos por contacto directo con bolas que estén contaminadas por ejemplo con restos fecales. “Eso es muy habitual es las guarderías que reportan casos de diarrea. También ocurre en piscinas. Lo que quiero decir es que estos microorganismos son habituales en nuestro medio. En una persona competente, el sistema inmune es capaz de mantenerlos a raya y neutralizar su acción patogénica.”, explica el biólogo.

Insiste el biólogo en lo obvio. “El lavado de manos es una forma sencilla y útil para evitar el contagio. Si no tiene unos buenos hábitos de higiene en las manos vas a contaminar alimentos, agua, objetos, va a adquirirlos de forma accidental. Es un hábito imprescindible, siempre antes de comer”, recuerda.

Así se limpia un parque de bolas

  • ASÍ ES LA BOLA NORMALIZADA DE LOS PARQUES

La limpieza profesional de un parque de bolas se hace con una máquina específica que lleva unos jabones y cepillos especiales. Aspira la bola, la pasa por unos cepillos y detergentes especialmente formulados para uso alimentario para que no sean tóxicos ni produzcan daños al contacto. Una vez vaciado el espacio de bolas, es importante limpiar los fondos de los parques de bolas, desinfectarlos. “¿Qué nos encontramos a veces? Que las piscinas no tienen fondo o es de un material absorbente que ni siquiera es limpiable. Es decir, que por mucho que queramos limpiar la bola, la base estará sucia”, explica Alfonso, de Alfalex.

Se retiran las bolas que estén rotas y el resto caen aún algo húmedas para que el desinfectante haga su labor durante 12 horas. Por eso recomiendan esperar al menos un día antes de volver a utilizar el parque. El sector demanda una normativa común capaz de establecer periodicidad en la higiene y un control de la seguridad necesario siempre y más aún cuando los usuarios son menores.

cadenaser.com

Maika Ávila

Maika Ávila

Periodista y autora de 'Conciliaqué. Del engaño de la conciliación al cambio real'. Ha formado parte...

 
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