La rectificación de Sánchez no logra aplacar las críticas de la oposición por intentar utilizar TVE en su favor

Madrid

El último giro de Sánchez, el que le ha llevado a recitifcar y anunciar en la mañana de este Viernes Santo que aceptaba los dos debates, uno en TVE y otro en Atresmedia, no ha enterrado por completo las críticas de la oposición. PP, Ciudadanos y Unidas Podemos coinciden en censurar la actitud del presidente del Gobierno, al que acusan de haber intentado utilizar la corporación de la televisión pública para su beneficio electoral.

Ácido en su ataque ha sido el Partido Popular, que exige a Sánchez que pida perdón por el "uso partidista y personalista que ha hecho de Televisión Española" y por "haber mareado a los españoles" en palabras de la vicesecretaria del partido Andrea Levy. Casado ha ironizado con el asunto al afirmar que "Sánchez solo acierta cuando rectifica y hace lo que le estábamos pidiendo: dar la cara, permitir a los españoles que vean qué proyecto tiene, qué alianzas y qué balance de gestión de estos 9 meses".

El líder de Ciudadanos Albert Rivera ha recuperado el calificativo que en otras ocasiones ha empleado contra el presidente del Gobierno, al que considera un hombre "sin escrúpulos". Cree Rivera que Sánchez ha hecho lo imposible para no ir a los debates, incluyendo en los imposible que "ha manipulado a la televisión pública y engañado a las privadas".

Menos duros pero también críticos han sido sus socios potenciales de Unidas Podemos. Su candidato, Pablo Iglesias, ha pedido regular los debates para que sean obligatorios y "no se vuelvan a repetir situaciones como esta". Horas antes la portavoz Noelia Vera valoraba positivamente la nueva posición del presidente, pero guardaba munición contra su actitud de Sánchez, por haber intentado "usar a su favor un servicio público que pagamos entre todos", ha declarado. "Bien está lo que bien acaba" pero el juego del presidente es "un movimiento de muy vieja política" que ha sido, a su juicio, un escándalo.

Sánchez se defiende apelando al guante blanco

Sánchez ha esquivado las críticas y ha preferido centrarse en las formas. El presidente del Gobierno ha pedido a "la derecha y sus tres siglas" que entienda "que debatir no es insultar.  Visto lo visto, a mí me parece bien que pongan el debate fuera del horario de protección infantil" ha puntualizado.

Su intención en las citas del 22 y 23 es, según ha adelantado, "ir al debate como estamos haciendo esta campaña, con guante blanco, a explicar nuestras propuestas".