'Brigada Costa del Sol': una prometedora serie que sucumbe a la arrogancia de Telecinco
Este policiaco con sabor a narco cuenta con la participación de Netflix
Madrid
Con 'Brigada Costa del Sol', Telecinco lo tenía casi todo en contra, pues de primeras parece otra serie de narcos, otra serie de época y otra serie con Jesús Castro. Tampoco ayudaba ser el tercer estreno de Mediaset tras los batacazos de 'Los Nuestros 2' y 'Secretos de Estados', dos producciones esperpénticas que ya han sucumbido al olvido y eso que la segunda continúa en emisión. No obstante, su catálogo de ficción es como un plató de pimientos del padrón, pero a la inversa: prácticamente todos pican, pero de vez en cuando tienes la suerte de dar con uno realmente sabroso. Este es el caso de 'Brigada Costa del Sol'.
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Producida por Warner Bros. ITVP España con la participación de Netflix, la serie se agarra a la recurrente etiqueta de 'inspirada en hechos reales' para relatar las aventuras y desventuras de la primera brigada especial de Estupefacientes de la Costa del Sol. En concreto, la historia sigue a Bruno (Hugo Silva), Leo (Álvaro Cervantes), Martín (Miki Esparbé) y Terrón (Jesús Castro), cuatro policías con patillas que luchan contra un narcotráfico en auge a base de puñetazos, ingenio y mucha guasa.
El arranque de 'Brigada Costa del Sol' va al grano y se agradece. Desde el primer momento sabes que esto es una serie policial que bebe del narco, presumiendo de una estética 'Starsky & Hutch' que marcará el tono de toda la temporada. También es una serie que afortunadamente alardea de ser española y para ello nos trasladan al Torremolinos de finales de los 70, con bien de luces de neón, camisas coloridas y vaqueros marcados por la cintura. También hay mucho acento. Aquí el andaluz marca la norma y juega a favor de obra.
Es importante señalar que, pese a lo que pueda parecer, 'Brigada Costa del Sol' no es 'Fariña', y tampoco tiene intención de serlo. La de Antena 3 tenía un foco más oscuro y una narrativa que iba por otros derroteros, mientras que la de Telecinco se contagia de la luz de Andalucía (y no esa luz de flexo que a Paolo Vasile le gusta poner en todas sus series) y de ese humor tan característico que te puedes encontrar en cualquier chiringuito de playa. Y todo ello sin perder el foco en la parte más policial que supone el núcleo grueso de la historia y en la que tan bien se desenvuelven los protagonistas.
El grandísimo problema de 'Brigada Costa del Sol' es la duración. Y no estamos hablando de los manidos 70 minutos que Telecinco se niega a soltar. Para esta serie, Mediaset ha preparado (casi sacando pecho) una premiere especial "de más de dos horas de duración". El capítulo roza los 140 minutos. ¿El motivo? Según Arantxa Écija, directora de Ficción del Grupo: "Era la mejor manera de asentarnos y huir de ese primer episodio de presentación. Siempre tenemos la sensación de que no ha habido suficiente y para esta pensamos en hacer un relato más largo en su primera noche". ¿Y la sensación de empacho y modorra que sufren los espectadores pasadas las 12 de la noche?
Para llevar a cabo este capítulo especial, lo que han hecho es pegar los dos primeros con un corte entremedias un tanto chapucero que rompe con la narrativa tan bien construida durante los primeros 70 minutos. Al final se queda en una serie de Telecinco que se las prometía, pero que no resiste las 2 horas y 22 minutos (sin contar la publicidad) que a la cadena se le ha antojado colar al espectador para darse el gustazo de ir a contracorriente del mundo.