"Señora Madonna, usted decidió cantar en el escenario de los asesinos de mi hijo"
La madre de un periodista asesinado por las fuerzas israelíes pide a la artista que no actúe en el Festival de Eurovisión
La cantante Madonna. / EDUARDO MUNOZ (Reuters)
Jerusalén
“Señora Madonna, usted probablemente no me conoce, pero tal vez conozca a mi hijo, Yaser Murtaja. Quizás lo vio en las noticias (…) Hace un año lo mataron de manera inhumana”. Así comienza la carta que Yusra Murtaja, una madre palestina de Gaza, ha enviado a Madonna, que tiene previsto cantar en la final del festival de Eurovisión, que se celebrará la próxima semana en Tel Aviv.
El periodista palestino Yaser Murtaja, de 31 años, murió tiroteado por el ejército israelí en abril de 2018 cuando cubría, identificado con un chaleco con la palabra ‘prensa’ y un casco, las protestas ante la barrera de separación entre Gaza e Israel. Desde Israel surgieron voces que quisieron relacionarlo con Hamas, pero diversas asociaciones de periodistas dieron fe de que trabajaba documentando la realidad de Gaza.
“Mi hijo usó su cámara en las tres guerras con la que Israel ha castigado a Gaza en los últimos 10 años (…) Los francotiradores le dispararon una bala sin piedad. Una bala explosiva que destrozó su cuerpo y sus sueños. ¿Ha oído usted hablar de estas balas?”, continúa la carta, publicada en medios palestinos y redes sociales.
"¿Pueden sus canciones devolver a mi hijo el derecho a estar vivo?”
“Le hablo como madre (…) Usted decidió subir al escenario de los asesinos y pedir amor y paz en un país que no conoce el significado de la palabra paz y sólo habla el lenguaje del crimen y la guerra. ¿Pueden sus canciones devolver a mi hijo el derecho a estar vivo?”, concluye la misiva.
La carta de esta madre palestina a Madonna se publica días después de que Israel y los movimientos armados palestinos de Gaza protagonizaran una nueva escalada que se cobró la vida de 29 palestinos y cuatro israelíes. Finalmente, se logró un alto el fuego. Según medios israelíes, el hecho de que Eurovisión se celebre dentro de algunos días en Tel Aviv, es decir a 70 kilómetros de Gaza, contribuyó a agilizar las negociaciones para una tregua, una idea que varios ministros israelíes han desmentido.
“Eventos culturales no deben ser tomados en cuenta cuando se evalúa la fuerza de nuestra respuesta” en Gaza, dijo Gilad Erdan, ministro de Seguridad Pública, pidiendo a Israel que “aumentara la fuerza de sus ataques en Gaza hasta que retornara la calma”.
La madre de Murtaja no ha sido la única voz que se ha dirigido a Madonna para pedirle que no cante en Tel Aviv. El cofundador de Pink Floyd publicó una columna en el diario The Guardian diciendo a la cantante que si “creía en los derechos humanos, no podía actuar en Tel Aviv”.
#MadonnaDontGo
En las redes sociales se ha orquestado una campaña con la etiqueta #MadonnaDontGo (Madonna no vayas) para pedir a la cantante que no actúe en la final de Eurovisión.
Por otra parte, el miércoles en Gaza, la asociación de artistas de la franja instó a la Unión Europea (UE) a boicotear esta edición del festival de Eurovisión. Varias docenas de artistas palestinos hicieron una sentada ante la oficina de la UE en la ciudad de Gaza. “Cantar es la mejor manera de expresar amor, paz y coexistencia. Estamos conmocionados ante la decisión de celebrar Eurovisión en Israel. Maquillar el rostro racista de Israel sólo sirve para legitimar la persecución del pueblo palestino”, declaró el actor palestino Nabil Al Jatib a los periodistas.
Ninguna delegación ha cancelado su presencia
Autoridades israelíes han asegurado que la violencia del pasado fin de semana en Gaza no ha afectado negativamente a la organización del festival y que ninguna delegación ha cancelado su presencia. Sin embargo, la llegada de turistas y la venta de entradas son inferiores a lo que los organizadores preveían en un principio, según la prensa local.
“Está previsto que sólo 5.000 turistas ‘eurovisivos’ aterricen en Israel”, apuntaba esta semana el diario israelí Haaretz. Un número pequeño para las expectativas israelíes y menor que las cifras registradas en otros países que han sido anfitriones del festival en el pasado.
